ÚNICA FUNCIÓN
• A las 21 en en la Casa del Bicentenario (avenida Adolfo de la Vega y Lamadrid).
Un bar porteño, con sus sonidos y sus olores, recibirá al público. Desde sus sillas serán partícipes de historias de amor y de desamor, de sitios lejanos y cercanos, y de aventuras y encuentros, mientras suena un piano y se espera la llegada de una cantante. Público y artistas estarán hermanados en la plena oscuridad, esa que alumbra el despertar de otros sentidos.
Esta noche regresará el grupo Teatro Ciego a Tucumán, para ofrecer en la Casa del Bicentenario de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán su obra “Un viaje a ciegas”, en el último tramo de una gira nacional que los llevó por una veintena de ciudades en los últimos meses, e incluso con funciones en el exterior.
Ilán Brandenburg coordina a los distintos grupos que conforman la propuesta que tiene en paralelo distintas obras. “El espectáculo que llevamos a Tucumán recorrió más de 80 puntos en la Argentina. La obra está ambientada en algún momento del pasado, es para toda la familia y tiene humor”, señala a LA GACETA.
- ¿Qué distingue la propuesta de ustedes de otras?
- Trabajamos con aromas, música en vivo, sonido envolvente y los actores y actrices recorriendo el espacio alrededor de los espectadores, por lo que los meten en las escenas y las viven de un modo especial. La particularidad de esta puesta es que el público va a sentir que realmente está en el bar de Buenos Aires donde los personajes cuentan las historias, y serán llevados a una playa del Brasil o en una selva, donde transcurren algunos hechos.
- Durante toda la obra se está a oscuras, con los ojos tapados...
- Eso permite que haya momentos muy conmovedores, muchos relacionados con la música. La gente sale muy emocionada luego de vivir una experiencia distinta.
- ¿El elenco está conformado tanto por artistas ciegos como por otros que ven?
- Sí, para nosotros no hay diferencias, es realmente lo mismo. El director y protagonista de esta puesta, Facundo Bogarín, es ciego, igual que otros dos de los cinco que actúan. No es relevante esa condición. Mucha gente se va de la obra sin saber quién ve y quién no, aunque no sea un secreto. Creamos una escuela de formación artística porque no hay muchas posibilidades de aprender teatro para ciegos; esta técnica tiene particularidades.
- ¿Cómo les fue en las anteriores visitas a la provincia?
- Tucumán siempre nos recibe muy bien, quedan muy pocas entradas para esta función que sólo se venden por nuestra página (www.teatrociego.org). Es una de las plazas artísticas más importantes del país y así la vivimos.