- Hola, Caro Nístico acá.
Si uno recibe ese mensaje por WhatsApp por primera vez y como respuesta a un texto algo más formal (“estimada Carolina Nístico: necesitamos hablar con usted para realizarle un escueto reportaje”), puede inferir que la persona que está del otro lado del teléfono es descontracturada. Quien así lo sospeche, estará en lo cierto: la entrevistada tiene 29 años, corre, nada en aguas abiertas, pedalea y se dedica a ser lo que ahora se conoce como influencer. Además, dirige Sumitate, una firma de Buenos Aires especializada en calzado e indumentaria deportiva.
Con sus 50 pares dentro del placard, Carolina se considera a sí misma una “catadora” de zapatillas, y en sus perfiles en Instagram, YouTube o Facebook hace testeos de productos. Cuando se le pregunta cómo ella elige su calzado, responde que lo primero que tiene en cuenta es el tipo de amortiguación.
Con la amortiguación leve o minimalista -por ejemplo- el cuerpo se despega mas rápido del suelo. Ese calzado es adecuado para distancias cortas, pasadas o cambios de ritmo. Cuando uno debe cuidarse las rodillas o recorrer distancias largas, se debe buscar, en cambio, una zapatilla que proporcione amortiguación. “Que sea como caer en un colchón”, completa.
- ¿Qué escribirías en una guía rápida para calzarse bien?
- Cada zapatilla está pensada para cubrir necesidades diferentes. Y para ser usada en momentos diferentes. Además, así como hay zapatillas para cada terreno, también lo hay para cada distancia. No es lo mismo un calzado para recorrer 10 kilómetros que para correr una maratón de 42 kilómetros. Y tercero, esto último se relaciona con el ritmo: quien corre a 3.30 minutos el kilómetro va a necesitar una zapatilla distinta que aquel que lo hace a ritmos más lentos.