Pronador o supinador. Hasta hace poco, esas palabras eran pronunciadas sólo por atletas profesionales. Hoy, cualquier corredor conoce más su tipo de pisada que su grupo sanguíneo. Es que desde hace un lustro, más o menos, cuando los ciudadanos comunes se apropiaron del running, la elección de la zapatilla se ha vuelto una tarea trascendental (y con razón, pues de las malas decisiones derivan las lesiones). Si pasás semanas investigando qué calzado es el adecuado, este artículo es para vos. ¿Cada cuánto tenés que cambiar las zapatillas? ¿Cuáles son las novedades? ¿Es cierto que las minimalistas provocan lesiones? Hablan el entrenador Sergio Acuña, el especialista de Adidas Alejandro Blanca y la influencer Carolina Nístico.
Siempre, medio punto más
A la hora de calzarse, lo primero que se debe determinar es la pisada: pronadora, supinadora o neutra. Los pies planos corresponden normalmente al primero de los casos. La segunda pisada es aquella en la que el pie se hunde hacia el exterior. Y los pies neutros son los que mantienen un eje de desplazamiento lineal.
Luego, uno tiene que definir para qué superficie usará las zapatillas. Es decir, ponerse las zapatillas de running para el asfalto y las de trek, para la montaña. El calzado para la calle tiene que ser liviano y respirable. Quienes corren muchos kilómetros semanales deben prestarle atención, además, a la amortiguación; quizás necesiten suelas altas. A las zapatillas de montaña, en cambio, hay que pedirles agarre y estabilidad.
El tercer punto a considerar es el peso corporal. Hay calzados que son convenientes para personas de más de 70 kilos, debido a que poseen suelas resistentes. Y otros que están indicados para quienes pesan menos, porque son livianos y blandos.
Por último, las zapatillas no deben quedar ni muy justas ni demasiado holgadas. Hay que comprar medio número más: el pie, al correr, se edematiza y eso causa problemas en las uñas. Asesoramiento: Sergio Acuña, corredor y director de una academia de maratón y carreras de aventuras.
¿Mito o realidad?
Las zapatillas caducan: cierto.
Las zapatillas de running y las de trek deben renovarse con más frecuencia que la que cualquier novato en la materia puede imaginar. En concreto, tienen fecha de vencimiento. Y a ese vencimiento lo fijan los kilómetros andados. Dice Alejandro Blanca -encargado de un local exclusivo de Adidas- que las de running deben reemplazarse a los 500 kilómetros, aproximadamente.
No deben meterse en el lavarropas: cierto
Con las zapatillas de running pasa como con todas las prendas de vestir: un buen cuidado ayuda a prolongarles la vida útil. Blanca recomienda no introducirlas en lavarropas e -incluso- no lavarlas demasiado seguido. “Lo ideal es limpiarlas con jabón neutro y un cepillo de cerdas pequeñas. Se debe evitar ponerlas al sol, en secarropas o cerca de un radiador, ya que pueden cuartearse o dañarse”, especifica.
Las minimalistas siguen estando discutidas: cierto.
Las minimalistas o zapatillas barefoot se caracterizan por prescindir de amortiguación, de grandes suelas y de elementos correctores de la pisada. Esencialmente, el calzado minimalista busca imitar las sensaciones que se obtienen caminando o corriendo descalzo. Los traumatólogos suelen recomendarles a los corredores que, si cambian a este modelo, hagan una adaptación suave y progresiva. Incluso, han empezando a salir estudios que demuestran que un mal uso de esta zapatilla puede provocar daños en el metatarso y en el talón. Blanca recomienda que este tipo de calzado sea utilizado únicamente por gente profesional y por maratonistas.
Algunas novedades para running de 2018
Adidas PureBoost Go
Adidas Solar Boost
Salomon Speedcross 2018
Asics Gel Nimbus 20
Asics Gel Kayano 25
Mizuno Wave Rider 21
Nike Pegasus 35
Nike Air Zoom Vomero 13
Salomon Sonic
Saucony Trimph ISO 4
Saucony Kinvara 9
Skerchers GOmeb Razor 2