El exmilitar Jair Bolsonaro ganó la presidencia de Brasil prometiendo mano dura a los brasileños hartos del crimen y la corrupción, en un giro dramático hacia la derecha de la mayor economía de Latinoamérica.
Según informó Reuters, con más del 94% de los sufragios computados por el tribunal electoral, Bolsonaro logró un 55,5% de los votos, ya fuera del alcance de su rival izquierdista, Fernando Haddad, que se quedó con 44,5% de los votos.
Bolsonaro, el “Trump brasileño”, no está soloEl repentino salto de Bolsonaro fue impulsado por el rechazo al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) que dirigió a Brasil durante 13 de los últimos 15 años y fue desbancado hace dos años en medio de la peor recesión y el mayor escándalo de sobornos y corrupción en la historia del país.
Bolsonaro: "me tildan de homofóbico y se equivocan; usted es linda y si la viera en la calle le silbaría"Su rival Haddad se postuló en representación del encarcelado fundador del PT y expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pero no logró alcanzar al candidato de extrema derecha después de la primera ronda hace tres semanas.
A muchos brasileños les preocupa que Bolsonaro, un admirador de la dictadura militar brasileña de 1964-1985 y defensor de su uso de la tortura contra opositores de izquierda, pisoteé los derechos humanos, limite las libertades civiles y restrinja la libertad de expresión.
Bolsonaro se rodea de un círculo de ex militaresEl legislador, de 63 años, prometió combatir el crimen en las ciudades y el cinturón agrícola de Brasil dándole a la policía más autonomía para disparar a delincuentes armados y facilitar las leyes a fin de permitir que los brasileños compren armas, una demanda de uno de sus mayores partidarios, el poderoso lobby de los agricultores