Pueden pasar los años, pero el “Mago” seguirá siendo “Mago” y Guillermo Coria un talento fantástico y maravilloso que el tenis argentino le regaló al mundo. Ex número 3 del ranking mundial, ganador de nueve títulos ATP, amo y señor de la tierra batida hasta la llegada de Rafael Nadal en 2005, el nacido en Rufino (Santa Fe) viene desde hace tiempo brindando clínicas especiales. Lo que cambió en él hoy es que se sumó al equipo de la docencia pública, desde su función de Secretario del Interior de la Asociación Argentina de Tenis (AAT). Hay más: es uno de los tres capitanes del equipo nacional de Copa Davis.
De paso por Tucumán, el “Mago” charló con LG Deportiva. Habló de su nueva función en la AAT, de su pasado como profesional, de su gusto por las comida tucumana y de la famosa final perdida en Roland Garros 2004 con Gastón Gaudio, hoy también capitán de la Davis junto a él y Guillermo Cañas. “Nos dedicamos a dar clínicas a escuelitas de tenis, a escuelas de tenis adaptado y a personas no videntes. Cuantos más chicos practiquen este deporte, mucho mejor”, sostiene Coria, feliz de haber sorprendido con su magia a los jóvenes talentos locales.
“Tucumán me encanta. Me gusta su comida, en especial las empanadas”, confiesa quien está a cargo de dos programas nacionales: “Nuestro Tenis” y “Red en Juegos”, cuyo objetivo es acercar al deporte blanco a los barrios carenciados.
Desde la asunción de Agustín Calleri como nuevo presidente, la AAT busca encontrar una solución a la sangría de proyectos. “Argentina es un país muy grande y para muchos chicos es difícil viajar a Buenos Aires. Por el tema económico, no pueden competir. Estaría bueno hacer torneos regionales para que chicos de 8 a 10 años puedan participar”, explica. La idea en sí es buscar una vuelta de rosca para que el tenis realmente le resulte atractivo al ‘semillero’. No es cuestión de perder un partido y que todo se termine”.
“Los chicos se desilusionan si pierden a la primera y se acaba su torneo. Entonces empiezan a tomar otros caminos como el del hockey o el fútbol, por ejemplo. Hay que crear una competencia en la que no importe ganar o perder. No puede ser que en las escuelitas haya muchos chicos practicando este deporte pero a las competencias solo llegue el 10%. Perder y no tener revancha, a veces te avergüenza. Algo está pasando, aparte de lo económico que también influye, lógicamente. Necesitamos buscar un sistema de competencias similar a otros deportes, que jueguen varios partidos los chicos, independientemente si ganan o pierden (repite)”, ese es el punto de inflexión para Coria, sobre la escasez de promesas.
El “cambio” tiene fecha de actualización. “Estamos trabajando para comenzar con un circuito en 2019. Queremos que muchos chicos puedan participar a un costo bajo, en lo que se refiere a viaje e inscripción. Hay que tratar de darle la vuelta a esto y que no duelan tanto los bolsillos”, genial.
Varios de los integrantes de la exitosa Legión Argentina del tenis ocupan cargos en la AAT. ¿La unión hará la fuerza? “Estamos todos los ex jugadores tirando para el mismo lado. Veíamos que el tenis estaba pasando un momento difícil. Hace dos años que venimos hablando para unirnos y acá estamos. Es la mejor forma de devolverle al tenis lo que nos dio a nosotros; debemos estar unidos para convertir al tenis argentino (nuevamente) en una potencia”, confiesa el “Mago”. “A nivel mujeres, Gabriela Sabatini podría sumarse”, adelanta Coria, así como también asegura que con Mercedes Paz también habrá más novedades.
- ¿Qué cambiará en el tenis argentino estando Agustín Calleri al frente?
- Es muy bueno que él haya sido elegido presidente, porque todos los que lo acompañamos tenemos experiencia y contactos con todas las federaciones del mundo. A la AAT la encontramos muy mal económicamente, muy desorganizada, desordenada. Vamos a ordenarla lo más rápido posible. Tenemos que sacar más jugadores de lo que estamos sacando.
- ¿Notás alguna diferencia entre el tenis actual y el de tu época?
- Por ahí hoy es más físico, con jugadores más grandotes. No hay mucho cambios de ritmo. Todo depende del saque y de la potencia. Igualmente, sigue siendo atractivo, sobre todo con la vuelta de (Novak) Dojovic al circuito. Y ojalá que Alexander Zverev y todos los chicos que vienen por detrás puedan meterse ahí arriba. Llegará el momento de que una nueva generación cope el circuito.
- Tenés 36 años y te retiraste joven, a los 27, ¿dimensionás todo lo que lograste?
- El tiempo es el que te da una valoración real de lo que hiciste. Cuando vengo a estos campus y veo a los chicos que sueñan con llegar a ganar su primer punto ATP y su primer torneo, eso a mí ya me llena de satisfacción. Yo lo conseguí.
- Pregunta repetida, pero obligada: ¿te cambió en algo la final perdida en Roland Garros?
- No, porque al año siguiente tuve muy buenos resultados. La final de Roma (2005) con Nadal de cinco horas y pico. Volví a estar top ten. Seguro que es una final que me dolió, pero cuando pasan las cosas por algo pasan. Ser humilde y tratar de no volver a cometer los errores que yo cometí para llegar a esa instancia, me ayudó mucho después.
- Los dos son capitanes del equipo de la Davis, ¿cómo te llevás con Gaudio?
-Todo lo que se armó fue más una movida de la prensa. Éramos dos jugadores del mismo estilo y hoy tenemos una relación espectacular. Te digo más, ojalá podamos compartir con Gastón cosas juntos como en San Juan (Argentina venció 4-0 a Colombia por la Davis). Estamos los dos dispuestos, con muchas ganas de apoyar este momento de la AAT. Unidos, podremos devolverle al tenis argentino todo lo que nos dio a nosotros.