Los últimos meses del año, en general, son días de balances y cierres, replanteos, decisiones tomadas y una serie de presiones por cumplir las metas que no alcanzamos durante el año. Eso lleva a ponernos las emociones a flor de piel, a tal punto que a veces nos gana la intolerancia y la frustración.
Isabel Romano, psicóloga especializada en Comunicación Humana y Sistemas Humanos, trabaja en el Siprosa y detalló que esta época es en la que más consultas reciben por depresión, autolesiones o violencia.
La especialista manifestó que la provincia de Tucumán es una de las únicas del norte que posee un sistema de investigación de este tipo de datos a nivel endémico, por lo que pueden establecer que hay períodos del año con mayor incidencia de estas patologías.
Si te sentís identificado con algunas de estas características y están invadiendo tus últimos días del 2018, lee estos consejos para llegar de buen ánimo al lunes 31 de diciembre sin "morir" en el intento.
1- Encontrar un espacio de placer. El consejo ideal para sobrellevar un buen estado de ánimo es conocerse así mismo. Esto requiere una serie de recursos a los que se pueden acudir, pero fundamentalmente es descubrir qué actividad te distrae, te hace sentir bien y te funciona como un cable a tierra para no estar exaltado. Es importante tener continuidad en el uso de esta herramienta y disfrutar de ella el mayor tiempo posible.
Algunas herramientas pueden encontrarse en el arte, la psicología, el deporte, el conocimiento o la religión.
"Es importante saber que no existe una fórmula general para la felicidad. Para algunos será la casa, el matrimonio, los hijos y la plata y para otros, un simple viaje. Lo importante es encontrar el punto de equilibrio y estabilidad", explicó Romano.
2- Esquivar las presiones. Se vienen las Fiestas y uno se va predisponiendo a compartir los festejos con el pariente con el que no tuvo contacto durante todo el año o con el que siente la obligación de sentarse en la misma mesa. La especialista aconseja tratar de no caer en este rol, ya que genera presión y desgaste emocional y energético.
3- Asumir que la vida no es un estado de estabilidad constante. En la cotidianeidad hay altos y bajos. Pretender que todo funcione a la perfección la mayor parte del tiempo, solo genera una sobreexigencia casi imposible de cumplir y por lo tanto, se termina cayendo en una frustración.
"Las cosas no son ni buenas ni malas, son como uno las mire", citó Romano a Epicteto (un filósofo griego), que en el dicho vulgar sería: uno elige si ve el vaso medio lleno o medio vacío.
La ansiedad por terminar todo antes de que finalice el año
A veces, uno pretende resolver en un mes los pendientes que no pudo solucionar en seis. De ahí proviene la intolerancia.
Graciela Chamuz, psicóloga especialista en el área de Recursos Humanos, reflexionó acerca de ciertas actitudes que nos terminan haciendo reaccionar de la peor forma ante las distintas relaciones sociales.
"El mundo no se acaba en diciembre, el calendario termina un año y luego inicia otro. Todo lo que no hicimos hasta acá, se puede seguir haciendo después", comenzó diciendo Chamuz.
4- Concluir los proyectos más tarde, pero bien. Si nos pusimos metas a alcanzar y eso requiere de tres meses más de trabajo, es preferible respetar ese tiempo que intentar encajarlo antes de terminar el año, porque lo más probable es que salgan mal.
5- La desesperación por las compras obligatorias. Hay una necesidad de pasarla bien, de divertirse, de tener muchos regalos para dar y cumplir con todo eso a costa de lo que sea.
"La verdadera esencia de estas fechas es compartir, con lo que se pueda y como se pueda", explicó Chamuz.
Por su parte, Romano aconsejó no ponerse la expectativa tan alta o demasado lejos. "Siempre tenemos que soñar y saber que se puede conseguir lo que uno desea, pero teniendo en cuenta donde estamos parados, cuanto tiempo nos puede llevar y no sobrevalorar la realidad", dijo.
Otro consejo es organizar las cosas con más tiempo de lo normal, para no verse encerrado en un apuro.
6- Darse otra oportunidad. Si perdiste la posibilidad de cambiar de casa, de casarse o recibirte antes de terminar el año, hay que saber que siempre hay otra posibilidad y que está cerca, aunque no lo parezca.
7- Evitar los debates. Hay que tener en cuenta que todos tienen el derecho a expresarse y a debatir un tema con tranquilidad, sabiendo que el otro puede opinar totalmente distinto a mí. Sin embargo, en esta época, las emociones están en carne viva y no es recomendable tocar temas que sepamos que son muy sensibles para el otro y que pueden acabar en una discusión con reacciones poco habituales o distintas a las que se darían en otro momento del año.
8- Nostalgia, tristeza y soledad
Si hay personas que perdieron a alguien querido y están procesando un duelo, la psicóloga Romano sugirió que en el momento de las Fiestas estén acompañadas de los afectos y en presencia de la familia.
"Uno siente que la familia cambió y se pregunta ¿quién soy yo a partir del momento en el que no está esta persona? Lo recomendable es hacerlo sentir que la persona que se fue está presente de algún modo en la unión de la familia", explicó la especialista.
Faltan 49 días para que termine el año, pero lo más importante es que falta la misma cantidad de tiempo para que comience otro y con él, nuevas oportunidades.