PARIS, Francia.- El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) señala en un informe que para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París es necesario que los países, como mínimo, tripliquen sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático.

Según el Pnuma, todavía es posible que se cumpla el objetivo de limitar el calentamiento global de aquí al año 2100 a una media de dos grados centígrados. Sin embargo, si los países mantienen sus políticas medioambientales actuales, la temperatura global aumentará en unos 3,2 grados en comparación con la era preindustrial, advierte la organización.

El objetivo de limitar el calentamiento global a una media de dos grados es considerado como el límite extremo para evitar consecuencias climáticas catastróficas. El Acuerdo de París incluso señala la conveniencia de reducir el calentamiento global a 1,5 grados.

Muchos científicos sostienen que un calentamiento global de 1,5 grados hasta finales de este siglo ya tendría consecuencias insoportables para la humanidad, como el deshielo de los casquetes polares, la subida del nivel del mar y condiciones meteorológicas extremas. “Los países deben actuar ahora”, subrayan los autores del informe, cuyo objetivo es mostrar hasta qué punto son factibles los objetivos del Acuerdo de París con las promesas que han hecho los estados de reducir los gases de efecto invernadero. Los países del G20 no están en camino de cumplir sus objetivos fijados para 2030. Sólo Brasil, China y Japón se mantienen dentro del marco acordado.

Después de tres años de relativa estabilidad, las emisiones mundiales de CO2 volvieron a aumentar en 2017. Con 53,5 gigatoneladas (Gt), las emisiones se sitúan en un nivel alarmantemente alto, algo que se atribuye a un elevado crecimiento económico acompañado de una lenta reducción del consumo de energía, sobre todo basada en el carbón. Una gigatonelada equivale a 1.000 millones de toneladas.

El informe apunta también vías concretas para cumplir los objetivos climáticos, por ejemplo la reducción de las subvenciones a los combustibles fósiles, programas de fomento de energías renovables, programas de movilidad eléctrica y aprobar una normativa de emisiones para los automóviles pesados. (DPA)