Consecuencia de la marea verde que inundó el país con su reclamo de aborto legal, el 2018 no fue solamente el año en que este clamor casi se convierte en ley sino también el de la explosión de los pañuelos como nuevo emblema para la protesta, que ya se ganó un lugar junto a banderas, pancartas y pasacalles.
Vendedores ambulantes que hasta hace un año no trabajaban con este tipo de "pañuelos/emblema", hoy ofrecen hasta 12 tipos diferentes: verde del aborto legal, celeste de los autodenominados "provida", naranja del laicismo, violeta del movimiento "Ni una menos", rosa de la lucha contra el cáncer de mama y fucsia de los animalistas; entre otros.
La insignia es al mismo tiempo indumentaria, ya que el pañuelo viste cuellos, muñecas, cabezas pero también mochilas, automóviles y bicicletas; y el abanico de colores va creciendo a medida que nuevas causas lo adoptan como estandarte.
No obstante todas las variantes reconocen su origen en el deseo de imitar el éxito alcanzado por el pañuelo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, con lema "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir".
Marta Alanis, referente de la Campaña, explicó a Télam que cuando se lanzó en 2005 este colectivo que hoy integran 305 organizaciones, ya lo hizo asociado a este símbolo gestado también al calor de los encuentros nacionales de mujeres.
"Decidimos que fueran verdes porque este color no estaba asociado con ningún partido político, no ofendía a nadie y remitía a la naturaleza o la esperanza", agregó Alanis, fundadora e integrante de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD).
Así, la marea verde que nació en 2003 con "1000 o 2000 pañuelos" no se detuvo hasta llegar a ser "más de 1.000.000" en diferentes movilizaciones, lo que trascendió su identificación con el derecho al aborto "para ser sinónimo de un feminismo que ya no tiene connotación negativa porque no se lo ve como contrario al machismo sino como un paradigma de sociedad más equilibrada".
"No se impone por el hecho de usar un pañuelo, sino que es la causa la que tracciona. Es una cuestión identitaria que podría haber sido puesta en un sombrero o una pulsera, por eso no todos los que ahora nos imitan para visibilizar un reclamo lograrán nuestro impacto, que traspasó las fronteras", sostuvo Alanis.
Las creadoras del pañuelo verde reconocen haberse "inspirado" en los pañuelos por excelencia en la historia argentina, los de las Madres de Plaza de Mayo.
"El pañuelo verde se lleva muy bien con el de las Madres porque el movimiento que generó esta marea pertenece a un amplio sector progresista y porque la campaña no promueve el aborto sino que haya una opción ante un embarazo no deseado, que es un 'no' momentáneo a la maternidad ", agregó.
La referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora de Cortiñas, afirmó a Télam que la causa de la campaña "es digna de usar este símbolo tan fuerte", que representa "la huella de lucha que dejaron nuestros hijos y que cada generación va tomando" con sus propias consignas.
"Cada vez que nos encontramos con las mujeres del pañuelo verde que tomaron ejemplo de nuestra lucha, es muy emocionante. Acompañamos y nos sentimos representadas por estos otros pañuelos porque no queremos que mueran más mujeres pobres, que también dejan niños huérfanos", dijo.
Cronológicamente, el segundo pañuelo en aparecer tras la explosión del verde, fue el celeste, el único que puede considerarse un "contra-pañuelo" porque surgió para oponerse al aborto legal.
El presidente de +Vida, Raúl Magnasco, explicó a Télam que el pañuelo celeste se lanzó previo al debate de la Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo (IVE) en Diputados, a partir del "reclamo genuino del millón de seguidores que nos venía pidiendo un color o un elemento que nos identificara a los que estábamos a favor de las dos vidas".
"Lo que se ve del fenómeno del pañuelo, es que la gente lo ha adoptado con mucha intención, de los dos bandos, y se ha transformado en un objeto de protesta cotidiano. A raíz del éxito que tuvieron tanto verde como celestes, otro movimientos decidieron apostar a lo mismo", dijo.
En el caso del pañuelo celeste, sus impulsores reconocen que se trató más bien del "relanzamiento" de un símbolo adoptado en 2001 por la organización evangélica Mujeres Luchando por una Nación Diferente, quienes a "ayudaban a gente desesperada, que había quedado desempleada o sin hogar luego de la crisis".
"El pañuelo está muy vinculado a la lucha de los derechos humanos y como nosotros defendemos el derecho a la vida desde la concepción y hasta la muerte natural, consideramos que es un instrumento que se ajusta mucho a nuestro reclamo", dijo Magnasco que evocó que el celeste "es el color que más remite a la patria".