“Allá lejos”, respondieron algunos tafinistos cuando se les preguntó dónde estaba la fábrica de papas fritas local. En Rodeo Grande, rodeada por los cerros tucumanos, la familia Paz emprendió una tarea que esperan llevar aún más lejos. Desde que comenzaron a idear su producto, las papas fritas “Tafí”, pensaron en grande: hasta el diseño del paquete se definió teniendo en cuenta que, algún día, podrían llegar al mercado internacional.
José Manuel Paz (h) es el principal responsable de la idea. Su familia tiene cultivos de papas -específicamente de papa semilla- desde hace décadas. Vendían lo producido a la empresa líder del rubro, pero el negocio se reducía. “Había un techo, no íbamos a crecer más con ellos. Entonces yo empecé a decir: ‘viejo, hay que darle un valor agregado’”, contó el joven de 28 años en referencia a su padre, José Manuel Paz. Y así nació la primera fábrica de papas fritas del valle calchaquí.
Explicó que no querían depender de las potencias que, más cerca de Capital Federal, compraban el fruto de su trabajo. Querían mostrar que aquí, en Tucumán, se puede hacer algo grande. Y con un enfoque similar, concentrados en lo local, las máquinas que usa en la fábrica fueron encargadas a una firma argentina. “Había estudiado muchas máquinas de afuera”, dijo José Manuel (h) mientras recorría el espacio en el que, a metros de donde cultivan la materia prima, producen las papas fritas. Contó que tuvo en cuenta opciones de China, de Estados Unidos y de Europa. Y que finalmente le pidió a Incalfer, una firma nacional, que hiciera algunas modificaciones específicas a las máquinas “de base” para lograr un producto de mayor calidad.
La idea tiene unos cuatro años. Las papas fritas están en el mercado desde hace cerca de tres meses. Pero es el futuro lo que subrayan los emprendedores. “Es un proceso que va en pequeños escalones y no sabés dónde termina. Quizás eso es lo bueno...”, opinó José Manuel (p) mientras guiaba a un amigo y al ministro de Desarrollo Productivo, Juan Luis Fernández, por la fábrica. El funcionario destacó la importancia de la producción de papa semilla en la provincia y subrayó la calidad de los cultivos que lleva adelante la familia Paz, dueña de la Finca La Carolina.
En familia
Hoy, las papas fritas Tafí llegan a consumidores del sur de la provincia, de los valles tucumanos, de Salta, de Jujuy e incluso se encuentran en Capital Federal. “Tiene potencial. Pero queremos tener las riendas del caballo”, aclaró José Manuel (h). Contó que tienen en cuenta distintos elementos a la hora de elegir con qué distribuidores operar porque quieren estar pendientes de la comercialización. “No queremos revolear papas”, sentenció.
Su hermano menor, Benjamín, también participa en el emprendimiento. Y como lo reconoció el padre de ambos, esta es una empresa que conducen los jóvenes. “Me costó mucho en un principio que (su padre) esté de acuerdo con algunas decisiones que fuimos tomando”, agregó el hijo mayor. Una de esas cuestiones corresponde a un debate generacional: la importancia de las redes sociales. “Pagarle a alguien para que suba una foto a Instagram son cosas que entendemos los jóvenes”, analizó José Manuel (h). “Mi papá me decía ‘pero eso lo podés hacer vos’”, recordó. Pero a este emprendimiento lo manejan los jóvenes. Finalmente se concretó la inversión y es un profesional quien administra sus redes.
El mayor de los hermanos dijo que una de las mejores decisiones que tomaron fue la de instalar la fábrica en Tafí del Valle. Se mostró orgulloso de confiar en su personal y de contar con trabajadores comprometidos. Resaltó que encara el emprendimiento con el afán de que los tafinistos lo sientan como suyo. E insistió en el potencial de la idea y en el de la región. “Quiero demostrar que en Tucumán se puede hacer algo de calidad internacional”, declaró.