CARACAS.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, calificó ayer al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, como un moderno Adolf Hitler, días después de que Brasilia reconociera oficialmente a un líder de la oposición venezolana como el jefe legítimo del país.
Desde el Gobierno brasileño se afirmó el sábado que Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional, bajo control opositor, es el presidente legítimo después de que Maduro asumiera el 10 de enero un segundo mandato, lo que varios países han calificado como una usurpación.
“¡Ahí tenemos a Brasil en manos de un fascista, Bolsonaro es Hitler en tiempos modernos, lo es!”, dijo Maduro ante la Asamblea Constituyente durante un discurso de presentación del balance de su gestión 2018 y planes futuros.
Además, acusó al jefe de Estado brasileño de “no tener coraje ni decisión propia” porque es “un títere, un pelele, de grupos, de sectas”, en alusión al importante apoyo que el líder ultraderechista ha obtenido del ‘lobby’ evangelista. “Dejémosle la tarea de Bolsonaro al hermoso pueblo brasilero que luchará y se encargará de él”, agregó.
La solicitud de comentarios no fue respondida de inmediato por la oficina de Bolsonaro ni el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil.
Guaidó había dicho el viernes que estaba dispuesto a asumir la presidencia interina después de que líderes de la oposición y países de la región dijeran que el segundo mandato de Maduro era ilegítimo porque las elecciones de mayo de 2018 no brindaron garantías a los opositores para participar en ellas.
Guaidó, quien fue detenido brevemente por agentes de inteligencia en camino a un mitin político el domingo, no se ha declarado presidente.
Brasil, que durante los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff se contaba entre los aliados de Venezuela al haber lazos amistosos entre el Partido de los Trabajadores de Brasil y Partido Socialista de Venezuela, comenzó a marcar distancias con Maduro bajo la presidencia de Michel Temer. Trás la victoria electoral de Bolsonaro, un ferviente anticomunista que ha elogiado la dictadura militar de su país entre 1964 y 1985, el distanciamiento se ha profundizado con mayor claridad. El entonces presidente electo de Brasil retiró la invitación para asistir a su toma de posesión a Maduro, al nicaragüense Daniel Ortega y al cubano Miguel Díaz-Canel por considerar que son “dictadores”. (Reuters-Europa Press)