Desde ayer, la fiscala María del Carmen Reuter recibe un informe diario sobre el estado de salud de la niña de 11 años que quedó embarazada después de haber sido abusado por la pareja de su abuela.
El abuso se conoció cuando médicos de un CAPS del este de la provincia descubrieron que la niña llevaba un embarazo de 16 semanas. Había sido llevada al centro asistencial porque sentía molestias estomacales. Anteayer contó, según fuentes judiciales, que la pareja de su abuela la atacó cuando quedaron solos en su casa. La madre de la niña realizó la denuncia y el hombre fue aprehendido.
Ayuda psicológica
La víctima declaró con el sistema de cámara Gesell, donde confirmó el ataque sexual. Durante la entrevista no hizo ningún tipo de referencias sobre si quiere interrumpir el embarazo, según confiaron las fuentes.
Luego de contar su versión ante los especialistas, Reuter, la defensora de Menores y personal de la Dirección de Familia acordaron en solicitar que la víctima sea internada en un hospital público para recibir una mejor atención. El juez que entiende en la causa no sólo aceptó el planteo sino que ordenó que se informe diariamente sobre su estado.
La niña recibe ayuda psicológica especial. Los profesionales habían informado que les preocupaba la angustia que sufría la víctima por la exposición mediática que tuvo el caso, ya que se divulgaron varios detalles, entre ellos los nombres de su madre, de la abuela y del acusado.
La madre, tutora
Por otro lado, la fiscala Reuter decidió que la madre sea nombrada tutora de la menor. La mujer había perdido la guarda luego de que su ex pareja fuera acusada de haber abusado de las hermanas de la niña. La abuela quedó a cargo de las niñas. Esa decisión fue tomada en 2014 para proteger a las pequeñas a través de una medida cautelar. Sin embargo, el tema nunca fue tratado y la medida cautelar nunca fue resuelta por un juzgado de Familia.
Legalmente, la menor puede pedir que se interrumpa el embarazo, pero para que se concrete esa solicitud, la persona que está a su cargo debe acompañarla en su deseo. Por ese motivo era fundamental que se defina quién sería su responsable legal.