De la salida del vestuario visitante hasta el corralito de la zona mixta de Unión hay apenas unos metros de distancia, quizás los más largos de cruzar por un Ricardo Zielinski de mirada seria apuntada al concreto y en línea recta hacía el ómnibus de una delegación de Atlético que se despidió de Santa Fe literalmente abatida. A nadie le gusta perder como perdió el “Decano”, con baile. Menos a quien llevó a donde está Atlético en la tabla, al menos por ahora: en zona de Copa Libertadores.
Zielinski no se aferró a los pocos minutos de buen fútbol que exhibió su equipo en el arranque del segundo tiempo después de los ingresos de Leandro Díaz y de Ramiro Carrera. Le era difícil intentar tapar el sol con un dedo. Y como bien le admitió, a solas, a LG Deportiva, lejos del resto de los micrófonos que apenas alcanzaron a tomar un concepto fulminante (”Unión nos ganó bien, fue sin dudas mejor que nosotros”), el hombre estaba indignado. “Obvio que estoy caliente”, asumió como quien se sienta en la mesa de análisis pos mortem.
Si el “Ruso” estaba horno fue porque no vio absolutamente nada de lo que él pidió a sus jugadores previo a un partido importante. “Necesitamos sumar siempre... Tendremos que barajar, dar de vuelta e ir con el mejor equipo que podamos contra Boca. De acá al final necesitamos la mayor cantidad de puntos que podamos”, sostenía en un tono esperanzador.
Y si lo decía en ese tono fue porque en cierto modo entiende lo que está pasando. Ya no cuenta con los 20 titulares que él creía tener en su plantilla.
Sin excusas
“Hay jugadores que por ahí el año pasado estaban mejor que ahora. Es evidente que a nadie le gusta jugar así, pero es lo que hay. No vamos a poner excusas a esta altura”, sus palabras describieron lo que Zielinski siente en este momento: desilusión. “La verdad, hay jugadores en los que nosotros confiábamos, que el campeonato pasado estuvieron muy bien pero ahora están muy bajos”, aseguró.
Esa es la realidad, su realidad; que el grueso de los suplentes, del muleto que perdió milagrosamente 3-0 con Unión, porque Cristian Lucchetti tapó al menos cincos goles más hechos, están en otra sintonía. Tan lejos como para ser titulares en Atlético, y peor aún, complicando la tan aceitada rotación de la que Atlético supo sacarle jugo en 2018, cuando peleaba sin cuartel en tres competencias al mismo tiempo, y que jamás desentonó.
No más cachetazos
Si ante Patronato el “Ruso” habló de que un cachetazo venía bien, el del viernes fue como la gota que rebalsó el vaso. Un latigazo. “Tenemos que levantar sí o sí, fundamentalmente jugar mejor de lo que jugamos con Unión y Patronato. No es lo que yo quiero. Hay que levantar -insiste-, modificar cosas”, anticipó quizás en una señal de SOS a los históricos, los de la columna vertebral que jamás fallaron en Atlético y que supieron capear diferentes tormentas.
Históricos como Rodrigo Aliendro y Bruno Bianchi que no viajaron a Santa Fe y reaparecerán contra Boca. Pensando en ese partido y aprovechando algunas molestias, el entrenador utilizó a varios de los suplentes en el duelo que terminó perdiendo claramente contra Unión.
Lo que viene es un recado simple y preciso: “hay que jugar mejor”, Zielinski así lo exige. La historia de Atlético también.