La producción de vino en el país está bien diferenciada en zonas que incluyen principalmente a Cuyo, al NOA y al Sur del país, que tienen diferentes características que hacen que lo producido sea totalmente diferente uno del otro.

La elaboración del vino o vitivinicultura, era una actividad que llevaba ya muchos siglos en el Viejo Mundo (Europa), cuando los españoles y los misioneros desembarcaron en estas tierras de América, trayendo su cultura, sus creencias, sus ideas y sus esperanzas. Las primeras estacas de vides llegaron traídas por los jesuitas y se plantaron en las actuales tierras de Méjico, pero el camino de esos pioneros siguió andándose, y mientras iban descubriendo soledades y fundando pueblos, la vid iba con ellos. Así, viajando hacia el sur, llegaron al Perú, donde el Cabildo de Lima tasó la primera cosecha de uvas que se realizó en América.

En las actuales provincias del Noroeste Argentino (NOA) existen registros de actividad vitivinícola desde antes de 1.600, y en el siglo XVIII llegaron a Salta, de la mano de los jesuitas, las primeras viñas, cuyas estacas fueron plantadas “a cuatro leguas” del pueblo de Molinos.

De ahí en más, muchos visionarios siguieron trabajando en esta noble producción llevando cepas a diferentes zonas del país, donde actualmente se producen vinos de diferentes y diversas características.

Actualmente, la producción mayoritaria se hace en Mendoza, donde se produce el 86%; en San Juan, el 7%; en La Rioja, el 3%; en Salta, el 1,8%, y en el resto de las provincias productores alrededor del 1%.

Hoy, la situación de la vitivinicultura no es buena en el país; sobre todo, la situación es complicada en el productor primario, por lo que se debe trabajar mucho para mejorar la rentabilidad de los que menor escala tienen, opinó Agustín Lanús, ingeniero agrónomo, enólogo y sommelier, uno de los fundadores de “Bad Brothers Wine Experience”. “Estamos convencidos de que se debe trabajar mucho en el mercado interno y, por supuesto, en el externo, sobre todo frente al avance de otra bebida como la cerveza”, señaló.

Estoy convencido de que debemos trabajar en conjunto, el sector privado y el estatal, para encontrar mas herramientas y llevar tranquilidad al sector y seguir trabajando duramente es aumentar la promoción del vino como bebida nacional, dijo a modo de reflexión.

“Acá, en Cafayate, y en general en los Valles Calchaquíes, por suerte la situación está mejor y trabajamos de manera permanente en la calidad de los vinos, tanto en los que consumimos en el país como en aquellos que vendemos en los mercados internacionales, por lo que debemos afianzar aún más el valor agregado en la producción del vino a través del enoturismo, algo que ya se hizo mucho en la región, pero debemos seguir mejorando”, agregó.

En el caso nuestro, dijo Lanús, producimos el vino, pero lo acompañamos con el turismo rural, con degustación y excelentes comidas.

“En el NOA, debemos seguir apostando, con más tiempo de esfuerzo y con los recursos necesarios, para darle más sustentabilidad a nuestra producción de pequeños y medianos viñedos ubicados en remotos micro climas (terruños), que nos dan esa diferenciación del resto del vino que se produce en grandes zonas productoras”, dejó como opinión.

“Como empresa -agregó-, estamos enfocados en afianzar los terruños de extrema altura que tiene complicaciones de acceso y logística, pero que con sus características de suelo, agua, clima y temperaturas (Amplitud Térmica) y luminosidad, nos permite producir vinos “diferentes” y de altísima calidad. “Producir en estos terruños tiene algunas desventajas, como las distancias a los centros poblados, el acceso a veces difícil, la falta de infraestructura rural, la producción en kilos por hectárea más baja que en las zonas tradicionales y los costos de producción más altos”, dijo, y agregó el productor: “trabajar en estas zonas tiene sus dificultades, pero lo que se produce, en definitiva, son vinos excelentes para paladares exigentes no solo de Argentina, sino también de aquellos extranjeros que nos visitan y de aquellos consumidores de otros países que quieren estos vinos en su mesa”.