Enero y junio, el comienzo y la mitad del año calendario, suelen ser los meses en los que los futbolistas descansan. Quizás también agarran algo de diciembre o mayo, como fue el caso esta temporada. Paralelamente, los dirigentes comienzan su propio torneo a la hora de cerrar incorporaciones y renovaciones de contrato.
A eso mismo se están dedicando Enrique Salvatierra y Miguel Abbondándolo, presidente y dirigente de Atlético, que avisan que esta etapa no se resolverá de manera rápida.
Como siempre, las especulaciones estarán a la orden del día y los clubes que no forman parte del club de los “cinco grandes” no serán precisamente los beneficiados en estas especulaciones. Todos intentarán cerrar el mejor contrato, con el equipo más importante y a partir de las negativas, el segundo pelotón intentará conseguir lo que sea que haya pedido su entrenador.
En este caso se trata de Ricardo Zielinski, quien se encuentra de vacaciones pero quien ya pasó su lista de deseos a la dirigencia. Deseos de quien se debería quedar y quien debería llegar. A la par de los deseos, están los “segundos deseos”, es decir, los que entrarían como suplentes en caso de que la primera opción no sea posible. Esta última, es una situación que suele darse y mucho justamente por el escenario planteado al comienzo: las especulaciones terminan perjudicando a los equipos que no son los grandes.
Ni siquiera las bajas parecen asomar. La semana pasada, medios partidarios de ambos clubes ya daban por hechas las transferencias de Rodrigo Aliendro a Colón y David Barbona a Racing pero nada de eso ha sucedido. De hecho, más allá de las declaraciones públicas, ninguna oferta concreta ha llegado al club por ellos ni por otro jugador “decano”.
Será un mes -como enero- para tener paciencia. Mucha paciencia.