WASHINGTON, Estados Unidos.- Estados Unidos potenció el alcance de sus sanciones al gobierno de Venezuela al decretar el bloqueo de “todos los bienes e intereses” de la administración del país caribeño en jurisdicción norteamericana y sembró dudas sobre la fluidez de las negociaciones con que chavistas y antichavistas procuran en Barbados una solución a la crisis..
El presidente Donald Trump, en una nueva avanzada para socavar el gobierno de Nicolás Maduro, firmó una orden ejecutiva que congela todos los activos que tiene el gobierno venezolano en Estados Unidos.
“Todos los bienes e intereses en bienes del Gobierno de Venezuela que se encuentran en Estados Unidos están bloqueados y no pueden transferirse, pagarse, exportarse, retirarse ni negociarse de otra manera”, dice el texto de la medida adoptada.
La orden ejecutiva de la Casa Blanca, que entra en vigor inmediatamente, justifica la acción en “la continua usurpación del poder por parte de Maduro” y los miembros de su régimen, así como “los abusos contra los derechos humanos, incluido el arresto arbitrario o ilegal”.
Estados Unidos fue el primer país en reconocer al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, como presidente interino de Venezuela en enero y en abogar para que se convoquen unas elecciones presidenciales transparentes.
La nueva sanción fue recibida con beneplácito por Guaidó, que opinó que “busca proteger a los venezolanos” y repudiada por el gobierno de Maduro, que la calificó como una “grave agresión de terrorismo económico”.
Guaidó subrayó en Twitter que la acción anunciada por Washington tiene excepciones humanitarias en cuanto a alimentos y medicamentos, y sostuvo que es la consecuencia “de la soberbia de una usurpación inviable e indolente”.
El gobierno chavista afirmó en un comunicado que el decreto de Trump formaliza el “criminal bloqueo económico, financiero y comercial ya en marcha”, que busca “forzar un cambio de régimen” en el país mediante acciones que afectan directamente a la sociedad venezolana.
Con todo, la mayor preocupación se derivó de la explicación de la medida que dio en Lima el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, y que, según analistas y dirigentes políticos venezolanos, incumple una de las condiciones impuestas por el gobierno de Noruega para el diálogo entre los representantes de Maduro y Guaidó.
Además de detallar los alcances del decreto, Bolton afirmó que Maduro “no se toma en serio” las conversaciones en Barbados, que solo envía a sus representantes allí “para ganar tiempo” y que “lo único que hay que negociar es el avión que (Maduro) debe abordar para irse del país”.
Esas afirmaciones de Bolton chocan con la recomendación de Oslo de “que se les dé a las partes el espacio necesario para poder avanzar en un ambiente constructivo”, lo que implica que los actores externos no interfieran en las negociaciones.
Sin embargo, tanto el chavismo como el antichavismo ratificaron que continuarán con el diálogo en Barbados, cuya sexta ronda comenzará hoy, una vez que las partes hayan podido analizar la información que surja de la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela, que sesionó ayer, en Lima.
La vicepresidenta ejecutiva del gobierno de Maduro, Delcy Rodríguez, advirtió en conferencia de prensa que el bloqueo de los activos venezolanos dispuesto hoy por Washington “está pateando la mesa de diálogo”, pero aseguró que “la instrucción” del mandatario es mantener a sus representantes “a toda costa en esta mesa de negociación a favor del diálogo y del encuentro”.
“Continúa el mecanismo del reino de Noruega porque en Venezuela lo que nosotros estamos generando son las condiciones para una solución real a la crisis”, dijo Guaidó en la sede de la Asamblea Nacional . (Télam)