Son los pulmones de una ciudad, en especial de las urbes actuales, moles de cemento y hormigón, donde se “amontona” la gente, a las que don Atahualpa Yupanqui solía llamar “hormiguero pateao”. Los espacios verdes son sinónimo de lugar de encuentro, de esparcimiento, de actividades físicas y artísticas. Por esa razón, siempre es una buena noticia, cuando se destinan cuatro hectáreas con ese propósito. El jueves pasado, el municipio habilitó la tercera parte del parque El Provincial, ubicado en la avenida Roca, entre el 500 y el 700.
La inauguración de un espacio verde de estas características no sucedía desde diciembre de 1970, cuando la Municipalidad habilitó el parque Guillermina, tierras que desde 1920, pertenecían al industrial y filántropo Alfredo Guzmán, quien había construido allí una casa para descansar los fines de semana junto a su mujer, Guillermina Leston.
A diferencias de las otras dos partes, la manzana principal del paseo público, que es la más arbolada, cuenta con un mirador, que propone una vista panorámica de todo el lugar. Allí se colocaron aspersores que se activan en función de la temperatura ambiente: cuando se supera los 25° se activa por 30 segundos, lo que crea una nube de rocío para refrescar a los paseantes. También se han incorporado, como novedades, dos mesas de ping pong, un aro de básquet y merenderos.
En una cuarta etapa que se iniciará en enero, se trabajará en la puesta en valor de la sede de la ex estación de trenes, que dejó de funcionar en 1978. El subsecretario municipal de Planificación Urbana explicó que el inmueble aún está ocupado por familias sin hogar y precisó que se demolerán los anexos que no son originales. Luego se cambiará la cubierta, se recuperarán la nave central y la galería, con las tejas y sus estructuras de madera. Otra instancia es la restauración del frente; finalmente, se presentará una propuesta para la remodelación integral del edificio para ponerlo en valor, “siempre y cuando se garantice la seguridad, ya que su estructura está bastante comprometida”. La obra se extenderá a lo largo de seis meses. El funcionario no precisó qué destino tendría el inmueble. Estimó, sin embargo, que puede albergar desde un restaurante a oficinas municipales que brinden servicio al público o una sala, tipo museo, con material histórico sobre la actividad ferroviaria.
Lo interesante es que El Provincial es el primer espacio verde cercado y que permanece cerrado y vigilado durante la noche; la experiencia ha sido hasta ahora positiva porque no se han registrado actos de vandalismo.
Hace poco tiempo, dos investigadoras de la Fundación Lillo señalaron que Tucumán es la ciudad más densamente poblada de Argentina. “El 80% está representado por población urbana; las construcciones ya no contienen el espacio verde y las tendencias naturalistas. Las fuerzas económicas han creado un paisaje de plazas indefinibles, manzanas de estacionamiento, calles vencidas por el tráfico, enlaces de autopistas y terrenos vacíos”, dijeron.
Sería positivo si esta loable iniciativa municipal de crear El Provincial sirviera de estímulo para que Campo Norte siguiera el mismo camino a la brevedad y de ese modo, los tucumanos pudiesen contar no solo con un nuevo pulmón verde, sino también con una mayor calidad de vida.