La actividad teatral tucumana es motivo de orgullo provincial por su proyección nacional. Los grupos independientes han sido piedra basal fundamental para ese desarrollo, para lo cual es fundamental contar con espacios que los contenga y les permita mostrar sus producciones.
Mediante el decreto 6.819, la Capital declaró “de interés municipal” la existencia y actividad La Sodería, La Gloriosa, La Colorida, El Círculo de la Prensa (la decana del grupo), Luis Franco, Fuera de Foco y Sala Ross, todas integrantes de la Asociación de Salas Independientes de Tucumán (ASIT). “La protección de estos espacios culturales es imprescindible para la formación de artistas y espectadores, como así también para la formación e inclusión social del ciudadano como participante activo y principal protagonista de la actividad teatral de Tucumán”, expresa la norma firmada por el intendente Germán Alfaro.
En los considerandos se destaca la promoción de las expresiones artísticas en general que tienen lugar en esas salas, lo que incluye actividades pedagógicas y de investigación, así como la celebración de festivales y la presencia de elencos locales, nacionales e internacionales.
La iniciativa surgió de la directora municipal de Cultura, Beatriz Morán, luego de reuniones con los integrantes de la ASIT. “Estábamos elaborando diversos proyectos, y en ese marco surgió la necesidad de que se reconozca oficialmente todo el aporte, el valor y la importancia que tienen estos espacios, y la esforzada labor que vienen haciendo para la ciudad y en beneficio de la gente. Ese fue el origen del expediente que terminó en este decreto, que apunta a reconocer su identidad tan importante para la sociedad”, afirma en diálogo con LA GACETA.
Hay salas que no figuran, como El Pulmón, el Teatro de la Paz o la flamante El Atelier por ejemplo, pero el listado no es definitivo, aclara Morán. “Es un decreto abierto, en el cual se podrán ir agregando otras salas que cumplan con los requisitos que les pedimos y que muestren la continudad y el impacto que tienen en la comunidad. Un criterio es que tengan más de siete años de permanencia en el medio”, señala.
La funcionaria destaca que el reconocimiento formal es un primer paso: “ya estaban declaradas de Interés Cultural, así como a la actividad artística callejeral. En el futuro se verán las propuestas concretas que acercaríamos desde el municipio para trabajar en conjunto con las salas, como montar una señalética específica en cada una donde se resuma su historia, tal cual se hizo donde estaba Nuestro Teatro, o colaborar de distinto modo, probablemente con el arreglo de las veredas o de las fachadas”. “En general, todas las actividades culturales están exentas del pago de las tasas municipales, pero quizás haya alguna subsistente que se podría eliminar o reducir”, puntualiza, acerca del impacto económico que podría tener esta medida.