“La robaron para pedir recompensa. Estamos en plenas Fiestas de Fin de Año y la gente no tiene plata”, señaló Luis Raúl Pérez Forcada, dueño de la moto de alta gama que fue sustraída de su vivienda de Lomas de Tafí el martes al amanecer y que fue recuperada el miércoles. “Habrá que estar más alerta por esta tipo de delitos”, agregó la víctima. Este es el segundo hecho de sustracción de rodados de alto valor que se registró en los últimos dos meses.
Pérez Forcada, se acostó a las 3.30 el 24 de diciembre. Pero, cuando se levantó, se sorprendió al descubrir que desconocidos se había llevado su Yamaha Tenere 1.200, valuada en más de $ 1 millón en el mercado. “Estimo que se la llevaron entre las 5 y las 6 de la mañana”, acotó.
“Dos personas me llamaron para pedirme una recompensa que había ofrecido para recuperarla. No me dieron mayores datos, por lo que no les hice caso”, explicó el damnificado.
El miércoles por la noche, personal de la Brigada de Investigaciones Norte, al mando del comisario Miguel Carabajal, la ubicó tirada en un descampado cercano al complejo habitacional.
“Fue un vecino de la zona quien se contactó con la Policía para avisar que había visto la moto. Ellos fueron y después me comunicaron conmigo para darme la noticia”, señaló en una entrevista con LA GACETA.
La víctima manifestó que esta fue una advertencia para todos los usuarios de motocicletas de alta gama y también habló sobre la inseguridad. “En el tema de la delincuencia estamos cada vez peor”, sentenció.
“Es el segundo robo de motos de alta gama que se registró en los últimos meses, pero en los dos casos los bienes fueron recuperados”, recuerda René Sánchez, jefe de la división Sustracción de Automotores de la Policía.
En noviembre pasado, desconocidos sustrajeron de un domicilio de Gerónimo Helguera primera cuadra una KTM Duke 390, valuada en más de medio millón de pesos. Su propietario Matías Fabio, relató que se la robaron del interior de la vivienda en la que reside. Ofreció una recompensa y, varios meses después, la Policía logró recuperarla.
“No se registran casos de este tipo porque son muy difíciles de colocar en el mercado negro. Primero porque no existe un mercado paralelo que se dedica a comprar estos bienes. Además sus propietarios tampoco compran repuestos o partes usadas”, reflexionó Sánchez.
Al mismo tiempo, el comisario descartó la posibilidad de que exista una banda que esté organizada para robar este tipo de motos en Tucumán, y venderlas en otra provincia o en el exterior. “Para realizar este tipo de maniobras se necesita una organización muy aceitada con la participación de varias personas, que incluye logística para robarla, para trasladarla y para venderla”, comentó en una nota con LA GACETA.
El jefe de la división destaca que los propietarios de este tipo de motocicletas piensan que nunca se las robarán porque son rodados que no cualquiera puede manejar, además de las dificultades que se presentan a la hora de su venta. “Los propietarios tienen que tomar sus recaudos, como no dejarle las llaves puestas o colocarle alguna traba de seguridad adicional”, recomendó.