El incremento salarial anunciado ayer por el Gobierno nacional para los empleados privados trae alivio a muchas familias. Pero significa un motivo de preocupación para aquellos que deben pagarlo: los empleadores del sector privado, especialmente quienes dirigen pymes y emprendimientos de mediana y pequeña escala. En el contexto recesivo en el que se encuentra la economía, los empresarios han debido ajustar sus márgenes e incluso salir a buscar financiamiento a tasas que ellos mismos consideran “prohibitivas”. Así lo manifestó Federico Lanati, pro secretario de la Federación Económica de Tucumán.
Para su sector, el hotelero, los peores meses del año son los que van de diciembre a marzo, porque la ocupación es de alrededor del 50%, asegura. “Con estas tarifas no hay margen de rentabilidad y lo único que uno espera es que se llegue al equilibrio”, expuso Lanati. Sobre el aumento afirmó: “nos pega de lleno; acabamos de pagar el mes de diciembre, el aguinaldo, el primer bono que se dio en septiembre (en referencia a aquel anunciado por el anterior ministro de la Producción Dante Sica) y ahora el nuevo bono. Sabemos que los empleados lo necesitan, pero las empresas no están en condiciones de afrontar esto”.
Explicó que en hotelería y gastronomía, actividades con mano de obra intensiva, el bono resulta un costo muy grande en la estructura de las empresas. En su caso, con una masa salarial de 120 empleados, deberá hacer un esfuerzo para afrontar el incremento. Por eso, afirma que el alivio al empleado debe llegar acompañado por un alivio para el empleador, y propuso: “que este bono que demos se ponga a cuenta del pago de IVA”.
A su vez, fue crítico con la forma en la cual se tomó esta medida. “En mayo son nuestras paritarias, en las que llegaremos a un acuerdo, como siempre. Pero esta intromisión del Estado en la relación es negativa”, manifestó Lanati. Argumentó que al imponerlo a todas las actividades por igual, se perjudica más a unas que a otras.
En dos partes
Ayer, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, aclaró que se trata de un incremento salarial a cuenta que se deberá abonar en dos partes: $3.000 en enero y $1.000 en febrero. Al respecto, el presidente de la Cámara Tucumana de la Construcción, Jorge Garber, anticipó: “la rentabilidad está acotada y no hay crédito bancario. Hoy a una empresa le es imposible acceder a un crédito para la construcción. Por eso, lo que se construye es con fondos propios.”.
Garber argumentó que el contexto económico dificulta la comercialización de las unidades habitacionales. “Es hasta complicado vender lo construido”, sostuvo.
En cuanto a la masa salarial aclaró: “las empresas que hacen construcciones privadas están en mejores condiciones porque tienen un valor de venta, mientras que las que realizan obras públicas están en estos momentos con poca ejecución y no hay trabajos nuevos. Aun así, los pagos de la Provincia están al día; se van a hacer a mediados de enero”. Es por ello que, a pesar de la crisis, Garber asegura que el sector afrontará este aumento. “Al bono va a haber que pagarlo. Como es a cuenta de futuros aumentos y a esos aumentos hay que darlos, las empresas lo tienen que abonar”, concluyó el empresario.
Esfuerzo
La situación es muy distinta para Daniel Flores, quien emplea a más de 70 personas en sus centros de análisis bioquímicos, ubicados en distintos puntos de la capital y del interior. “Estamos analizando cómo hacer para acomodarnos y pagar el bono. Conocemos la situación de nuestros empleados, por eso haremos el esfuerzo”, afirma Flores.
Asegura que en su actividad, la cadena de pagos está retrasada: “las obras sociales colegiadas están pagando a los 90 días. Todavía no cobré lo facturado en septiembre y octubre”.
Con respecto a los mecanismos que implementará para lograr pagar el incremento, explica: “si no es por la vía del financiamiento externo, solo nos queda intimar al Colegio de Bioquímicos para que apure las cobranzas y, de esa manera, poder cumplir con las familias que dependen de nosotros”.
Otra de los rubros donde el aumento anunciado por el Gobierno genera inquietud es en el de las concesionarias de vehículos. Un informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara) revela que el 2019 termina con una caída del 48% de los patentamientos en Tucumán respecto del año anterior. Desde el sector afirman que la situación es crítica y que con esa caída es imposible extraer de las ventas el dinero que hace falta para abonar el incremento.
Los empresarios sostienen que quieren evitar las reducciones de personal y que esperan que en el mediano plazo se produzca un repunte de la actividad. De todos modos, dicen que no solo han bajado los patentamientos sino que también aumentó la morosidad en los planes de ahorro de autos. Por todo ello, sostienen, el panorama es complicado.
Claves de la medida
¿Bono o salario?
El aumento será a cuenta de paritarias
La suma será pagada a cuenta de futuros aumentos y no será tenido en cuenta para el cálculo de ningún adicional salarial previsto en el convenio colectivo o en el contrato individual de trabajo.
¿Para quienes?
El decreto incluye sólo a los empleados privados
La medida anunciada ayer se refiere únicamente a los trabajadores privados registrados. El ministro Moroni anunció que la semana que viene se hará un anuncio para los empleados estatales.
¿De cuánto?
Son $4.000 y se pagarán en dos partes
De acuerdo con lo que informó el Gobierno, se pagarán $ 4.000 en dos tramos. Uno será de $ 3.000 e irá con el salario de enero. El otro, de $ 1.000 y se abonará con el de febrero.
Casos especiales
El incremento será proporcional a las horas
Para quienes trabajen menos de las horas “legales”, la suma no será de $ 4.000, sino que se adecuará según el convenio colectivo.