Sin mácula a su flamante récord en la Premier League, más bien lo contrario, bajo el luminoso presente de Sergio Agüero pulsa la ironía que atañe a los mejores delanteros argentinos de este siglo: la de no ser profetas en su tierra.
En Agüero, el Kun, se expresa una polaridad cuyo vértice negativo conduce sin escalas a lo que en general se entiende como una producción insuficiente con la camiseta de la Selección nacional.
Cae sobre el muchacho nacido en Quilmes el severo látigo que alcanza sin descanso a los campeones sin corona de la Copa América y los Mundiales, los que vinieron después de la gesta del 86 en México y la doble coronación continental en los tiempos de Alfio Basile a comienzos de los años 90.
Gabriel Batistuta, por ejemplo, jamás hizo un gol trascendente en un Mundial y sin embargo sus ahorros de prestigio (conste: en buena medida ganados de forma legítima) son o parecen ser eternos.
Inmaculada la imagen de Diego Maradona por razones de más saber, con Lionel Messi a la cabeza los principales anotadores con la camiseta albiceleste y otros atacantes de calidad probada son mirados como artículos animados de segunda marca: con sorna, con desdén o con franco desprecio.
Ahí está Gonzalo Higuaín, autor del gol que llevó a la Selección a las semifinales de Brasil 2014 pero de botines torcidos en el célebre mano a mano con Manuel Neuer en el Maracaná y en un pierde-paga con Chile; ahí también está Hernán Crespo, sempiterno subordinado a la veneración del Batigol; ahí está Carlos Tevez pese a su excelente nivel en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y su buen Mundial 2010 y ahí está el flamante líder del ranking de extranjeros anotadores en la Premier League.
Ya son 177 los goles del Kun Agüero en Manchester City, detrás de un podio inglés en estado puro (Alan Shearer, Wayne Rooney, Andy Cole) y por delante de Frankie Lampard, Thierry Henry, Robbie Fowler, Jermain Defoe y Michael Owen, con el añadido de un promedio superior al de todos ellos.
Una vez descontada por enésima vez su firme creencia en el reinado de Messi, Pep Guardiola sostuvo en su conferencia de prensa del domingo lo que varias veces había sostenido: “Sergio es uno de los mejores delanteros”.
Y el entrenador catalán no se refería meramente a la Premier League, que ya sería mucho decir, sino a la totalidad del universo de un fútbol profesional que en la vereda de la elite recibió al Kun hace 13 años y ocho meses, cuando la afición del Atlético de Madrid se preguntaba quién era exactamente ese chaval comprado a Independiente de Avellaneda en 20 millones de euros.
Mucha agua ha pasado bajo los puentes y un Kun Agüero ni siquiera otoñal, recién cercano a los 32 años, ya consta en el bronce de los inventores del fútbol. Pero, ¿y en la Selección? ¿Y en la Selección qué?
Fue Botín de Oro y Balón de Oro en el Mundial Juvenil de 2007 de Canadá que ganó Argentina y entre los mayores es el tercer anotador histórico con 42 dianas, pero sin embargo no se le atribuye más capital que el de una biografía provisoria.