El alcohol es la droga que más consumen las y los argentinos de todas las edades y, sin embargo, no se habla del tema porque hay una representación cultural muy arraigada que no lo asocia a un problema, aseguró en una entrevista con Télam Gabriela Torres, flamante responsable de Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación (Sedronar).
Torres, licenciada en Trabajo Social y con trayectoria en la gestión pública sobre la temática, enfatizó que "el trabajo en generar conciencia sobre el alcohol tiene que focalizarse sobre todo en los adultos, porque se estigmatiza a las y los jóvenes, pero como mayores no nos estamos cuidando, y mucho menos cuidando a los más chicos".
La especialista y funcionaria sostuvo que "esto se ve con claridad por ejemplo con la tolerancia cero al conducir donde todas las conversaciones giran en torno a cómo evadir el control en lugar de asumir que el alcohol altera nuestro sistema nervioso central".
"Tenemos que hacer campañas fuertes para trabajar sobre esa representación. Las publicidades de alcohol exhiben rostros de personas cada vez jóvenes porque buscan ampliar sus mercados y muestran el alcohol asociado a celebración, felicidad y valores positivos", describió.
Y añadió que "desde el Sedronar empezaremos a trabajar con los organismos que regulan estas publicidades".
Rugbiers asesinos
"No solo el rugby tiene que interpelarse en relación a sus valores, sino que es una tarea de toda la sociedad", sostuvo, en relación con las repercusiones del caso del joven asesinado a golpes en Villa Gesell por un grupo de jugadores de ese deporte.
"Hoy están todos cuestionando al rugby, los valores que transmite o no, pero creo que esto hace que nos perdamos la posibilidad de preguntarnos más allá de este deporte, cuáles son los valores que trasmitimos como sociedad", sostuvo Torres.
Y continuó: "Esto va más allá de esa disciplina porque la dificultad de aceptar al otro y de generar diálogo es algo que está extendido; lo mismo que la naturalización del consumo del alcohol que, de hecho, se incentiva y se carga de valores positivos como éxito o felicidad desde el aparato publicitario".
"Si a los adolescentes les estamos diciendo que beban, que tienen que ser fuertes, bellos y se tienen que imponer sobre el otro, hay una responsabilidad que como adultos debemos asumir sobre lo que transmitimos", indicó.
Consultada sobre los desafíos de la Secretaría, Torres advirtió que entre las prioridades se encuentra el armado de una red de "asistencia, contención y acompañamiento que sea más accesible para la población" para la cual hay que trabajar "en los territorios y junto a las organizaciones de la sociedad civil".
"Hay que fortalecer los espacios de primera escucha, la existencia de las casas de medio camino o acompañamiento y articular con Salud espacios de trabajo para situaciones críticas. Y hay que hacer todo a la vez porque sabemos que el trabajo no es sobre la sustancia, sino en la relación que la persona hace con ella", indicó.
La funcionaria sostuvo que "también hay que hacer más efectiva la prevención", y para eso "es necesario incrementar el conocimiento sobre el consumo de los argentinos" para lo que se creó -dentro de la nueva Subsecretaría de Prevención, Investigación y Estadísticas en Materia de Drogas- una Dirección Nacional de Investigación y Estadística.
"Concebimos el consumo como un tema de derechos humanos, se trata de la relación que la persona tiene con la sustancia en la que hay que contemplar la trayectoria de vida del sujeto, el trabajo es fortalecer su subjetividad ", sostuvo.
En relación a la mirada de su gestión sobre las política de "reducción de daños", Torres explicó que "lo central es trabajar sobre el cuidado para que la reducción de daños no sea una política individual", y afirmó que "cuando alguien tiene menos de 18 años cualquier consumo es problemático porque el organismo no está preparado".
Además del trabajo junto al Ministerio de Salud, la funcionaria señaló que "ya hemos tenido reuniones con el Ministerio de Seguridad para trabajar en conjunto, pero también para separar los términos. Una cosa es la sustancia y la lucha contra el narcotráfico, y otra es el trabajo con las personas que consumen".
Y concluyó: "Un operativo de incautación de drogas no puede estar acompañado del número 141, que es de asesoramiento y contención, en lugar del 134, que es le número de Seguridad como sucede actualmente por una disposición de la Enacom de 2017 que ya estamos trabajando para derogar"