Atlético volvió a entrenar ayer luego de su viaje a Buenos Aires. Como si fuera una familia que vuelve de sus vacaciones en la primera quincena, podría haber encontrado su casa inmersa en un completo desorden. Sin embargo, a cinco días de su primer partido oficial en 2020 -y después de siete fuera de la provincia-, todo parece estar medianamente en su lugar.
Un vacío grande y de temer en la casa “decana” al volver de Buenos Aires podría haber sido la ausencia de Gonzalo Castellani. El volante finalmente optó por rescindir su contrato en el club sin saber bien a dónde irá. “Gracias a todo el pueblo ‘decano’ por estos meses juntos. Les deseo muchos éxitos en este año”, decía la nota de despedida que halló Ricardo Zielinski al volver. Cualquiera hubiera pegado un grito pero en ese lugar donde estaba Castellani (en la parte media, a la izquierda del campo) ya se encontraba entrenando Nicolás Aguirre, su reemplazante.
“Llego con todas las ganas. Estoy muy feliz por este desafío que me toca”, le dijo Aguirre al sitio oficial del club, minutos después de firmar su contrato. Claro, “Bicho” ocupará el lugar de Castellani que venía jugando como volante por izquierda. Zielinski, en el primer entrenamiento sin Castellani, ya tenía a Aguirre que practicó por primera vez con el “Decano”.
Donde sí hay un vacío es en el patio trasero. Bruno Bianchi ayer entrenó diferenciado con algunos de los lesionados del plantel como los juveniles Kevin Isa Luna o Abel Bustos. La cuestión es que el defensor no está lesionado, sino esperando que se concrete (o no) su salida a Colón. Hasta anoche, al cierre de esta edición, el vicepresidente Miguel Abbondándolo mantenía otra eterna reunión en Buenos Aires con el presidente “sabalero” José Vignatti, intentando llegar a una operación que satisfaga a todos.
No solo del dinero depende esa satisfacción para Atlético. Justamente no tener la zaga central sin una de sus piezas principales sería motivo para una pequeña crisis, a menos que haya un reemplazante. Un reemplazante que el propio Abbondándolo intenta conseguir para seguir teniendo la casa ordenada.
Hasta el calendario se le ordenó a Atlético para lo que resta del verano. Ayer, la Superliga confirmó que no habrá fechas entre semana y le quitó un peso de encima al plantel. Luego del partido ante Racing el domingo desde las 19.40, volverá a jugar el sábado 1 de febrero ante Defensa y Justicia, en el Monumental. Ese partido, debió haberlo jugado el miércoles 29 y luego el 2 de febrero ante Boca pero sacar esa fecha fue parte del “trato” entre los clubes y la organización, en la ya vieja discusión por postergar o no el reinicio del torneo.
Así las cosas, jugará ante el “Halcón” descansado y luego viajará a Bolivia. El sábado 8 de febrero (21.45) visitará a Boca mientras que el sábado 15 recibirá a Argentinos (19.40). El sábado 22 recibirá a Lanús (21.45). El 5 y el 12, claro, jugará por la Copa Libertadores.
El calendario para esta semana también quedó prolijo tras el regreso del plantel, según lo confirmó el propio director técnico. Ayer se entrenó por la tarde, hoy lo hará en doble turno, el miércoles, jueves y viernes ensayará por la mañana y el sábado volará a Buenos Aires a las 8.30. Por la tarde, en la capital, hará apenas una activación física antes del estreno en 2020.
El equipo titular ya vino ordenado desde Buenos Aires con dos empates y un triunfo en sus amistosos y dos triunfos y un empate para los partidos de los suplentes. En estos días se verá cuan ordenado sigue pensando en Racing pero no debería cambiar mucho.
En Atlético, pese a los cambios que trajo enero, la casa sigue estando en orden.