Solo faltan tres días para el debut oficial del equipo en el año. Es cierto, para el cierre del libro de pases de la Superliga todavía falta más de una semana (31 de enero). Sin embargo, el plantel definitivo de Atlético para encarar el primer semestre de 2020 parece ser el que entrenó ayer y el mismo que lo hará hoy. En criollo, los actuales jugadores podrían decirse: “somos los que estamos y estamos los que somos”.
Esto incluye a Bruno Bianchi. El defensor protagonizó lo que podría denominarse la “novela del verano” en sus idas y vueltas con Colón. El equipo santafesino pretendía contratarlo y pese a haber estado muy cerca (tenía el aval del jugador) no pudo ponerse de acuerdo con la dirigencia “decana”. “Nada. Hoy (por ayer) nadie se comunicó conmigo”, fue la respuesta de Miguel Abbondándolo, vicepresidente del club, a LG Deportiva sobre las novedades del tema Bianchi. El martes había sucedido lo mismo por lo que la negociación -después de varias reuniones- parece totalmente caída.
Hasta aquí, Bianchi era el único de los integrantes del plantel que asomaba para partir pero ayer se sumó Tomás Cuello. El juvenil volante figura entre las pretensiones del equipo brasileño Red Bull Bragantino, de San Pablo. “Todo está en manos de Dios”, publicó el jugador en su cuenta de Twitter. Quién sabe cuanto dependerá de la espiritualidad el pase de Cuello al equipo recién ascendido a la Primera División del fútbol brasileño. La propia dirigencia de Atlético admitió el interés pero todavía no hay nada concreto. Aún así, Cuello terminó jugando poco y nada el semestre pasado.
Atlético sigue sintiéndose cómodo afueraEl único que dijo adiós fue Gonzalo Castellani, quien rescindió su contrato y casi al mismo tiempo, llegó -hasta ahora- el único refuerzo “decano”: Nicolás Aguirre, también volante.
Entonces, con una sola baja y una sola alta, el plantel podría haber quedado confirmado a estas alturas para los cuatro desafíos que tendrá el equipo este semestre: Superliga, Libertadores, Copa de la Superliga y Copa Argentina.
Un escenario al que se llegó bajo el lema de Ricardo Zielinski, antes de finalizar 2019: “a menos que se vaya alguien, no vendrá nadie”. Con ese mantra, que se aplicó a la perfección con el enroque de Castellani-Aguirre, el equipo no perdió cantidad. Tampoco la ganó pero a diferencia de años anteriores donde los equipos eran desmantelados, en el “Decano” sigue todo igual.
El tiempo dirá si terminó siendo bueno o malo pero Atlético parece haber alcanzado, a días de reiniciar el torneo, su plantel definitivo.