Cumplió el sueño de jugar en Europa. Ahora, por culpa de la pandemia, su experiencia se parece más a una pesadilla. Está solo. Lejos de sus afectos y seres queridos. Sin embargo, Lucas Chacana trata de ponerle la mejor onda. “Esta situación llegó cuando estábamos en plena competencia. No queda otra cosa que hacernos fuertes y esperar que pase rápido”, comenta el ex futbolistas de San Martín, que a principios de año recibió la oferta de un club de Rumania y no dudó en aceptar. Así se incorporó a Politécnica Iasi, equipo que milita en la primera división. El club se encuentra en la ciudad de Iasi, a 390 kilómetros al noroeste de Bucarest, la capital rumana.
La pandemia lo obliga a estar solo en el país europeo. Un nuevo desafío que le pone la vida en el camino “En estos momentos aquí la situación está controlada, pero las recomendaciones son que nos quedemos en casa cumpliendo con el aislamiento. Los negocios, restaurantes y oficinas públicas están cerrados. Sólo permanecen abiertos los supermercados y comercios de los barrios. Las autoridades se encargan de hacer cumplir a rajatabla las precauciones necesarias para que se pueda superar lo antes posible esta situación que nos aflige a todos”, señaló el tucumano, que tiene a toda su familia en el barrio Gas del Estado.
Chacana vive en un departamento que le cedió el club cuando pisó suelo rumano. “Estoy solo. La pandemia impidió que mi novia Daniela, que se encuentra en Tucumán, pudiera viajar. Ella tenía los pasajes reservados, pero aquí están cerradas las fronteras para evitar que el virus se pueda propagar por el resto de Rumania. Trato de no escuchar tantas noticias para no preocuparme demasiado. Sin embargo, tengo entendido que el tema está controlado en este país”.
El día empieza temprano para “Luquitas”, que tiene perfectamente organizadas sus actividades. “Tengo que cumplir la rutina de entrenamientos que nos entregó el club. Elijo un día para hacer las compras para la semana y cumplo con todo lo que indican las autoridades. Cocino y limpio el departamento. Por las tardes estudio inglés, un idioma que resulta imprescindible para moverse por todo el mundo. También trato de mirar series en la televisión”, comentó.
Lucas mantiene una comunicación fluida con su familia que vive en Tucumán. “Trato de saber cómo se encuentran y me ponen al tanto del día a día de ellos. Esto me sirve desde lo anímico para superar esta soledad, que espero termine pronto. Por las redes sociales también me comunico con mis amigos. Lo bueno es que ellos están tranquilos porque saben que siempre fui una persona responsable y me cuido mucho”, señaló.
Aunque sabe que la salud es la prioridad y que el fútbol pasa a un segundo plano -la competencia oficial se suspendió el 15 de marzo en Rumania-, Chacana desea que todo pase rápido para demostrar que está en condiciones de consolidar su carrera a nivel internacional. “Esta puede ser una excelente vidriera para luego ir a jugar en las mejores ligas de Europa. Una oportunidad así no se presenta regularmente. Dios quiera que todo pueda concretarse como lo tengo pensado”, indicó el ex delantero de San Martín, que a través de LA GACETA está al tanto de todo lo que ocurre en Tucumán. “Después del desayuno ingreso al sitio web y me pongo al día con la noticias de mi querida provincia”, señaló.