Covid-19: héroes y villanos

La pandemia del covid-19 vino a mostrar al mundo los dos extremos del comportamiento humano. Por un lado, los médicos, los enfermeros y todo el personal de la salud arriesgan sus vidas para salvar enfermos; por el otro los legisladores utilizan las máscaras protectoras de los trabajadores de la salud en la sesión de la Cámara. El video y las imágenes, que se viralizaron por todo el mundo, deben avergonzar a los tucumanos y a todos los argentinos. Nadie debería quedar sin ver esta demostración del egoísmo humano. Reconozco que lo digo con mucho dolor y enojo, pero este acto de inhumanidad no puede quedar sin sanción del pueblo ni del Estado que nos dice gobernar. Quiero escribir en nombre de todos los tucumanos. Esperamos la respuesta del gobernador, del presidente de la Legislatura y de los miembros de la Cámara.

Miguel Angel Sáez

Muñecas 616, 4º “C”

San Miguel de Tucumán

Covid-19: el genoma y esta tierra

La vi anteanoche, cuando abrumado por imágenes aterradoras, me decidía a buscar en el sueño un poco de tranquilidad. Con dulzura y firmeza, dejó de lado el titulo de “heroína” que quiso obsequiarle el conductor. Prefirió  llamarse “ servidora”. Agradeció a sus padres la posibilidad de haber tenido una buena educación primaria y secundaria en un colegio privado y se declaró deudora de todo lo recibido en la universidad pública. Aclaró que la propiedad de la buena noticia era compartida con un grupo enorme de personas, que trabajaron mancomunadamente para poder dar este paso inmenso: “Secuenciar el genoma del coronavirus en casos locales”. Destacó que este logro otorga a la Argentina el beneficio de ser incluida entre los países que, por conocer las características del virus que los ataca, tendrá en la futura vacuna los elementos específicos para vencerlo; y hasta se emocionó recordando la primera visita de un presidente de la Nación al Instituto Malbrán (el lugar adonde se encendió la esperanza). Frente a este ejemplo de personas , uno podría refugiarse en el facilismo de decir: ¡Dios es argentino! Pero no. Creo que Dios encontró la forma más elegante de estar en todas partes precisamente en su decisión de no ser de ningún lugar. Simplemente sembró esta tierra con mujeres y hombres, como Josefina Campos (mamá, científica, seguramente admiradora de René Favaloro). La pobló con médicos, enfermeras, camilleros, policías, basureros, soldados, periodistas, empleados de farmacias y supermercados, choferes de colectivos, transportistas, personas que cumplen la cuarentena  trabajando, así como lo hacen los que,  quedándose en casa, se cuidan cuidando a todos. Ellos  tienen la misma nacionalidad de un ganador del Premio Nobel de Medicina, del ganador de un Premio Nobel de la Paz y hasta la de quien podemos considerar el ganador moral de un Premio Nobel de Literatura. Comparten el sentimiento de miles de abuelos y de abuelas que, disimulando el peso de extrañar, pelean contra la tristeza, contando cuentos por videollamadas a sus nietos, descubriendo que la tecnología también sirve para abrazar. Argentina, el lugar donde nació ese anciano que, siendo el jefe de una de las tres religiones más numerosas del planeta, mostró el otro día a la humanidad la imagen más emblemática de la soledad, caminando con dificultad a través de la Plaza de San Pedro, para decir una verdad: “Nadie se salva solo”. Esta tierra, a veces inundada por ríos de odio que no sirven para nada. Esta Patria querida.

Gabriel Fulgado

gabrielfulgado@hotmail.com.ar

Covid-19: reclamo a Telecom

En tiempos de aislamiento en El Corte, y a pesar de que mi marido y yo formamos parte de grupos de riesgo, estamos sin servicio de teléfono ni de internet. Los celulares en el cerro son ineficaces. La comunicación es un elemento esencial de esta época, incluso para trabajar. Hace exactamente un mes que “murió” la línea y ya hicimos reclamos en cinco oportunidades. Los distintos vehículos de Telecom que pasan por aquí nos esperanzan, pero contestan que no tienen el pedido. Cuando, después de increíbles esfuerzos, hablamos desde la ruta (donde conseguimos señal para el celular), responden que el reclamo ya está consignado. Mientras, ya llegó la factura del mes. En estos momentos debiera obligarse a las empresas como Telecom a brindar servicios que son esenciales para la vida de la gente. Nuestro último reclamo tiene la identificación “45N4Y0C”.

Carmen Perilli

carmenperilli@gmail.com

Covid-19: pago a jubilados

A partir del próximo lunes ya estarán depositados los fondos en el Centro de Pagos de calle Crisostomo Alvarez al 900, para el cobro de jubilaciones y de pensiones especiales con oficio judicial. Hasta ahora nadie sabe cómo se instrumentará esta forma de pago por medio del mencionado centro de pago. Tampoco se sabe cómo se realizarán los pagos de pensiones por alimentos para quienes no poseen tarjetas de débito. Creo que las autoridades tendrían que tomar cartas en este asunto, ya que se trata de personas que precisan imperiosamente percibir esas jubilaciones y pensiones.

Rafael Horacio Cruz

José Manuel Estrada 772

San Miguel de Tucumán

Covid-19: crisis del capitalismo

Las grandes crisis en las Edad Antigua y en la Edad Media se relacionaron con cataclismos naturales. Provocaron grandes hambrunas. Al sol, en Egipto, se le atribuía el control sobre todo el ciclo del río y era “dador de vida”. El hambre y la peste negra, que diezmaron a Europa de 1315 a 1317, causaron estragos. Crisis de un derrumbado feudalismo en cuyas agotadas relaciones sociales prohijó la futura revolución burguesa. Eran fenómenos que el hombre no podía controlar. Más tarde vinieron las crisis del capitalismo, causadas, en general, por la sobreproducción. Por ejemplo, una capacidad industrial que no puede ser ocupada. La actual crisis provocada por la pandemia tiene que ver con la incapacidad de una sociedad capitalista, dotada de las maquinarias y tecnologías más avanzadas, para dominar un fenómeno natural, como si se tratara de una sociedad del pasado. Y la expresión de mayor impotencia es el debate acerca si lo más importante es la economía o la vida. Si la inmensa economía que ha construido el capitalismo no puede resolver un problema de salud es porque se está ante una grave contradicción. Es la expresión de un régimen social agotado que no puede preservar la vida en una sociedad. Y la peor contradicción es haber paralizado, vía cuarentena, a la fuerza de trabajo que alimenta al capitalismo. El estado capitalista, del país que sea, no puede garantizar el funcionamiento de su sociedad basado en la fuerza de trabajo como fuente de beneficio. Los prodigios que la investigación científica ha desarrollado bajo el sistema capitalista chocan con los límites del propio capitalismo, que condiciona la investigación al lucro. La limitación del capitalismo para prevenir y combatir una epidemia, junto con la incapacidad de resolución de urgencias -por ejemplo, la falta de respiradores- es signo inconfundible de una descomposición irreversible del actual orden social, prohijando la gestión obrera en el mundo capitalista.

Pedro Verasaluse

palo1965@hotmail.com

Covid-19: Caps y vacunación

En este tiempo de incertidumbres en que vivimos, necesitamos saber si los centros asistenciales efectivamente atienden a las personas adultas para administrarles las vacunas contra la gripe. Lo advierto porque las respuestas que se recibe en los CAPS es que allí no hay vacunas e, inclusive, que los médicos y las enfermeras están afectados a la cobertura de casos de coronavirus. A esto se suma que en muchas farmacias no se consiguen antigripales inyectables, lo que implica que hay que salir a hacer recorridos para intentar dar con la medicación. Esto, por un lado, representa estar al borde de infringir la cuarentena; y, por otro, significa quedar en manos de la inseguridad. Como nadie se hace cargo, estamos prácticamente en una situación de abandono. Entonces, se habla todo el tiempo de protección, pero no se nos la brinda. Y todo se vuelve caótico.

Carlos Rubén Ávila

rubenavila20@gmail.com

Covid 19: medio pan y un libro

Como “Medio pan y un libro” se conoce al discurso de Federico García Lorca en ocasión de la inauguración de la Biblioteca de su pueblo natal. Finalizaba su prédica recordando a Menéndez Pidal: una república sin cultura no puede resolver ningún problema; los pueblos que sufren pueden estar llenos de fe, pero, faltos de luz. En algunos lugares de nuestra provincia y en otros del país, la virtualidad no  ha llegado. Su ausencia se entrelaza con la pobreza, con celulares que no se pueden  usar con wi-fi. Hasta caminos y rutas en buen estado son una utopía. En estas comunidades tan sufridas, la escuela no puede estar ausente. No estamos de vacaciones sino de cuarentena. Los servicios esenciales se organizan para dar batalla y cuidarnos: en la primera línea, los de salud; les siguen fuerzas de seguridad; choferes del transporte de pasajeros y de carga; personal de recolección de basura; empleados de comercios de alimentación, farmacias y muchos más, todos salen al campo de batalla. Por eso, celebro a los docentes que no se rinden ante la falta de recursos: preparan viandas, organizan las tareas y las hacen llegar, sea  una vez a la semana o cada quince días. Se organizan, se turnan y aunque sea en la tranquera, como lo vi en las redes, llevan la luz.

Susana Cristina Díaz

profesucris@gmail.com