Sobre llovido, mojado. La frase encaja justo para describir lo que le pasa a la economía argentina, que acumula 28 meses de recesión, hasta marzo pasado, con los efectos de una cuarentena dispuesta como consecuencia de la pandemia global del coronavirus. Y el costo indirecto de esta tormenta perfecta no es menor: unos U$S 23.200 millones en producción perdida durante el primer cuatrimestre, de los cuales U$S 8.400 millones, aproximadamente, corresponden a lo que se perdió por efecto de la cuarentena (más la recesión) entre marzo y abril, de acuerdo con los cálculos del Centro de Investigaciones del Ciclo Económico y Crecimiento (Cincec).
Según el Índice Compuesto de Actividad Económica (ICAE) de la Argentina, la recesión se inició en noviembre de 2017, con una caída de la economía, en términos del Producto Bruto Interno (PBI) del 8,6%, a una tasa promedio anualizada (velocidad de caída) del -6%. El indicador brinda mensual y prontamente información de buena calidad para medir la actividad económica agregada. Antes de mediados de mayo se dispone ya de los datos de marzo del ICAE y se puede tener una idea razonable de la evolución de la coyuntura en el corto mediano y largo plazo.
“Este sistema de medición, que tiene su origen en EEUU después de la Gran Depresión, ha resultado muy útil no solamente para medir los ciclos ya ocurridos, sino que sobre todo para predecir los inicios de las recesiones y poder así implementar algunas políticas por parte del Estado, buscando suavizar los golpes de los ciclos”, explica Jorrat, profesor consulto de Economía y ex profesor titular de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNT.
Por sectores
Según el reporte, el empleo privado registrado es el menos afectado por la recesión. De acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo de la Nación, en Tucumán hay 157.000 empleados registrados hasta febrero, una caída de casi 1.400 puestos en la comparación interanual. En el diagnóstico del Cincec, se advierte que tras ese dato laboral se encuentran el Estimador Mensual de Actividad Económica y el PBI, “porque su contenido de servicios los hace menos sensibles a los ciclos económicos”. Comportamientos similares tuvieron el ingreso de los trabajadores del sector privado registrado, la producción industrial (IPI) y la recaudación nacional total, acota el informe.
Como contrapartida, los mayores impactos los sufrieron la construcción, las ventas totales y las importaciones de bienes. Pero el mayor golpe lo recibió la venta de vehículos automotores nuevos que, según el último informe de la Asociación de Concesionarios Automotor de la República Argentina (Acara), en el caso tucumano sólo se registraron 157 patentamientos durante abril, una caída interanual del 87%.
“Se estima que la cuarentena produjo en marzo una caída adicional del ICAE del 0,6%, que equivale casi a U$S 2.400 millones del PBI”, referencia el informe de Jorrat y de Pero. “Se conjetura que la cuarentena agregará a la economía, en abril, una caída adicional del ICAE del 1,4%, que equivaldría aproximadamente a U$S 6.000 millones del PBI”, añade. “Si al efecto cuarentena se le agrega la caída propia de la economía argentina, conjeturamos para abril una caída en el indicador de actividad del 2,3%”, completa.
Según el presidente Alberto Fernández, la economía caerá este año entre un 5% y un 6% como consecuencia de la pandemia de coronavirus. “Creo que necesitamos pasar esta pesadilla de la pandemia y rápidamente poner todo en marcha”, señala en declaraciones a Radio Rivadavia.
“Valoramos el esfuerzo que realiza el empresariado para sostenerse en este marco difícil de pandemia sanitaria. Tucumán no es una isla, pero está en el marco de una propuesta de economía nacional”, afirma ayer a LA GACETA el gobernador Juan Manzur, al ser consultado sobre el impacto de la cuarentena en la economía local. “Primero está la salud de la sociedad y después la economía y en esa tarea estamos trabajando para ir flexibilizando la mayor cantidad posible de actividades, sin perder de vista la cuestión sanitaria”, remarca.
El economista Pero, en tanto, considera que si se confirma la reducción de la actividad durante el cuarto mes del año, podría hablarse de un piso de caída del 7% en la economía argentina. “Ese porcentaje puede variar, ya que aún está abierta la negociación de la deuda nacional”, advierte. El docente de la UNT sostiene que el país lleva 10 años sin crecimiento sostenido. “Al parecer, a la economía argentina le falta pólvora porque, cuando pudo, creció muy poco”, finaliza.