Somos parte de la sociedad, soy un ciudadano más, tengo familiares que fueron víctimas de delitos. Es inevitable  ponernos en el lugar de las víctimas, no somos máquinas. Los fiscales hacemos hincapié en la necesidad de mantener privados de la libertad a los acusados, y de dar respuesta rápida. El que tiene la potestad de permitir que una persona esté presa o libre es el juez. Cuando pedimos prisión preventiva es porque estamos seguros de que la persona es peligrosa. Si uno pide por ocho meses, el juez a veces da por dos, a pesar de que la planilla de antecedentes viene con detalles de seis o siete años de actividad delictual.