En medio de la incertidumbre que reina sobre la próxima temporada de la Fórmula 1, la escudería Ferrari regresó ayer los entrenamientos con sus dos pilotos, Sebastian Vettel y Charles Leclerc, en el circuito de Mugello, en Toscana (Italia).
Ambos volvieron a las pistas luego de varios meses de inactividad a causa de la pandemia de la covid-19, que hizo que se postegara el inicio de la máxima categoría del automovilismo, prevista originalmente para febrero de esteaño.
Ambos eligieron el circuito de Mugello para iniciar los ensayos con miras al comienzo de la competencia de la categoría, que en un principio está previsto para el 5 de julio en Austria, en el circuito Red Bull Ring, de la ciudad de Spielberg.
Consideran que estos ensayos pueden servirles de una gran ayuda al equipo Ferrari para recopilar datos que puedan ser útiles para que el conjunto transalpino prepare el inicio de la Fórmula 1 y, también, se adapta a un circuito que está entre las probables fechas del calendario, ya que dirime esa plaza con el de Monza.
Durante el entrenamiento de la víspera, el equipo de Maranello pudo también ensayar los procedimientos de seguridad que deberán realizar este año en la categoría con barbijos, máscaras y hasta pantallas protectoras para evitar el contagio de coronavirus.