SAN PABLO, Brasil.- Pruebas masivas a trabajadores de la industria de alimentos revelaron un brote de nuevas infecciones de coronavirus en las plantas operadas por JBS SA y su rival BRF SA, en el Centro Oeste de Brasil, informaron fiscales laborales del estado de Mato Grosso do Sul, citando datos de la compañía.

Unas 1.075 personas en una planta de carne de cerdo de JBS dieron positivo al covid-19 hasta el 1 de julio, lo que representa el 30% del total de pruebas procesadas en su instalación de Dourados, revelaron los datos.

Unos 73 trabajadores dieron positivo en una instalación de pollos de BRF en la misma ciudad, donde la compañía tiene alrededor de 1.500 empleados.

JBS hizo pruebas a 4.134 empleados, con 2.518 personas dando negativo y 541 resultados pendientes. La empresa emplea a unas 4.300 personas en Dourados, que es el foco del coronavirus en el estado de Mato Grosso do Sul, dijeron los fiscales.

JBS, la mayor empacadora de carne del mundo, y BRF, el mayor exportador de pollo del mundo, no habían comentado nada al respecto hasta anoche.

Ambas empresas ya tenían plantas cerradas temporalmente después de brotes de covid-19, con la perspectiva de más paralizaciones y posibles restricciones a la exportación.

JBS es uno de los cuatro proveedores de carne brasileños a los que se les prohibió exportar a China en medio de la preocupación por las infecciones de coronavirus. Las pruebas a los trabajadores de JBS en Dourados comenzaron el 25 de mayo.

Brasil es el segundo país más afectado del mundo en cantidad de casos de coronavirus, sólo con Estados Unidos por delante. Ayer, se reportó que hubo 1.277 muertos en un solo día, a causa del coronavirus, lo que sitúa en 62.304 la cifra de fallecidos desde el inicio de la pandemia en el país, que supera ya los 1,5 millones de casos confirmados.

Según el Ministerio de Sanidad, son 1.508.991 las personas infectadas con covid-19 en Brasil. No obstante, el gobierno del estado de San Pablo anticipó que los teatros, cines y academias reabrirán sus puertas una vez entren en fase “amarilla” del plan de gestión cultural para el levantamiento de las medidas de cuarentena.

Los eventos solo podrán realizarse con su audiencia sentada, si bien las autoridades estiman que las medidas no podrán implantarse hasta el próximo 27 de julio, según el portal de noticias “G1”.

“No se trata de una operación inmediata en la región, hay una previsibilidad de cuatro semanas”, dijo la secretaria de Desarrollo Económico, Patricia Ellen.

Así, el gobierno de San Pablo estableció algunas restricciones para la reapertura, por lo que la ocupación máxima será del 40%, se impondrá el uso obligatorio de mascarillas, se realizará la venta de entradas únicamente online y no se podrán consumir alimentos y bebidas en el interior de los establecimientos.

Río de Janeiro también continúa con la reapertura de gimnasios, bares y restaurantes, que funcionarán al 50% su capacidad y con límites de horario.

En el Distrito Federal, y pese al avance de la pandemia y la alta tasa de ocupación en las camas de hospital, el gobernador, Ibaneis Rocha, anunció la reapertura para el martes de peluquerías, salones de belleza y gimnasios. Bares y restaurantes lo harán a partir del 15 de julio.

Rocha, quien hace días aseguró que las restricciones ya no valían porque “se agotó el límite de la población”, decretó que las escuelas podrán volver a clases el 27 de julio, y el 3 de agosto en el caso de los centros públicos. (DPA-Télam)

Riesgo de contagio

Líderes indígenas cuestionaron la llegada de una misión militar por la pandemia  

Los líderes de la comunidad indígena Yanomami en Brasil se quejaron de que una misión militar destinada a protegerles del coronavirus generó un mayor riesgo de contagio a su gente a través del contacto con personas venidas de fuera, incluidos periodistas.

Fiscales federales dijeron que están investigando la visita por ignorar el deseo de las comunidades Yanomami de permanecer aisladas de la sociedad, violar las reglas de distanciamiento social y distribuir cloroquina a los indígenas.

El martes y miércoles, soldados llevaron suministros médicos en helicóptero a los puestos fronterizos con Venezuela y reunieron a las familias Yanomami para someterlas al test del coronavirus, iniciativa que fue cubierta por un contingente de periodistas.

“No queremos ser usados como propaganda gubernamental”, dijo Parana Yanomami.

“No queremos que venga gente de fuera a tomar fotos de nuestros niños. La visita nos pilló por sorpresa”. Los Yanomami son la última gran tribu que vive en relativo aislamiento en una vasta reserva, pero han sufrido por décadas invasiones de mineros auríferos que han llevado enfermedades fatales para su gente.

Roberto Yanomami, líder de una comunidad en Surucucu, afirmó que el gobierno organizó el viaje sin consultar a los jefes.

“Nos preocupa que vengan extraños y dejen la covid-19. El pueblo Yanomami fue llamado al regimiento sin explicaciones”, indicó en un mensaje de video, con su cara pintada de negro con el tinte extraído de la fruta de la jagua.

Al frente de la misión del miércoles estuvo el ministro de Defensa, Fernando Azevedo, quien dijo que la pandemia está bajo control entre los Yanomami, ya que los médicos no han detectado casos. No obstante, el consejo de salud Yanomami Condisi afirmó que hubo más de 160 casos confirmados y cinco muertes en la tribu, de unas 27.000 personas. (Reuters)


Contra el congreso
Bolsonaro vetó el uso obligatorio de barbijos

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, vetó un extracto de la ley sobre el uso obligatorio de barbijos, aprobada por el Congreso, que determinó que sería obligatorio en lugares cerrados comerciales e industriales, templos y centros de enseñanza. Según la orden publicada en la Gaceta Oficial, Bolsonaro también vetó la sección que obliga a establecimientos públicos y privados a proporcionar máscaras protectoras a clientes. La ley aprobada por el Congreso también obliga al uso de barbijos en espacios públicos, como el transporte. (Reuters)