La sección Suelos y Nutrición Vegetal de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) desarrolla investigaciones enfocadas en distintas alternativas de manejo y de aprovechamiento de los residuos provenientes de las principales actividades agroindustriales de Tucumán: caña de azúcar y citrus.

Carolina Sotomayor, encargada de esta línea de trabajo, explicó acerca del desarrollo y de los objetivos de estas investigaciones. “Respecto de la actividad sucroalcoholera, hacemos referencia a bagazo, a cenizas, a cachaza y a vinaza. Si bien cada uno de estos residuos posee sus propias características, son considerados en su conjunto importantes fuentes de materia orgánica y de nutrientes. Algunos de ellos considerados esenciales para el crecimiento de las plantas, como ser nitrógeno, fósforo y potasio entre los principales”, detalló.

Subrayó que las investigaciones están abocadas, por un lado, al manejo y al aprovechamiento de cada residuo en forma particular y, por otro, a un manejo integrado, sustentable de estos, que debiera satisfacer tanto las necesidades del cultivo como los de la industria y el ambiente.

“Debido a eso el compostaje, considerado una buena práctica de manejo de residuos orgánicos, es una de las alternativas que vienen desarrollando en conjunto las secciones Suelos y Estudios Ambientales de la Eeaoc. Un trabajo interdisciplinario que nos permitió obtener, a partir de la mezcla de cachaza, de cenizas y de vinaza, un producto estable, maduro y con una calidad agrícola, apto para ser empleado como abono orgánico o como enmienda orgánica en los suelos”, dijo.

Añadió que se trata de un producto cuyos indicadores de calidad se encuentran dentro del rango óptimo para un compost proveniente de residuos sucroalcoholeros. “Caracterizado por su pH cercano a la neutralidad, una concentración de sales solubles que no llega a valores críticos, contenidos de materia orgánica, nitrógeno, fósforo y potasio dentro de los rangos que la FAO considera para un compost maduro, como también su relación C/N final”, puntualizó.

Beneficios alcanzados

Como resultado de su empleo en un suelo cultivado con caña de azúcar, remarcaron un aumento significativo en el contenido de fósforo en el suelo, nutriente de suma importancia para el crecimiento del cultivo y cuya deficiencia podría llegar a limitar la producción de caña. Agregó que, hasta el momento, los demás parámetros de suelo no manifestaron cambios de importancia.

Respecto de la actividad citrícola, contó que en la campaña 2018/2019 se dió una situación particular como consecuencia de las precipitaciones registradas durante la época de cosecha, lo que retrasó esta hasta el punto de que la fruta quedó en la planta, continuando con su período de crecimiento y maduración. “Esto ocasionóla presencia de cantidades considerables de limón con exceso de tamaño, lo que implicó que pierda la posibilidad de ser embalado y exportado. A esto se sumó la saturación de la capacidad de las industrias para su procesamiento, lo que generó un excedente de limón al que necesariamente debía encontrársele un destino que provocase el menor impacto ambiental posible”, explicó.

Esto motivó que técnicos de la sección Suelos y Nutrición Vegetal desarrollen una alternativa práctica y sencilla de llevar adelante. “Partiendo de la premisa de que todos los materiales orgánicos son susceptibles de aplicarse a los suelos y que las características de la fruta y la situación en la cual la producción citrícola de la provincia se encontraba, la disposición en suelos de este material orgánico fue una alternativa mediante la cual se consideró que podrían manifestarse, a mediano y a largo plazo, modificaciones en algunas propiedades de suelo, como ser en el pH, en los contenidos de materia orgánica y fósforo, entre las principales”, puntualizó.

Contó que una distribución homogénea, rotura e incorporación de la fruta en los 20 primeros centímetros del suelo sería necesario para favorecer su mineralización y para evitar acumulación de fruta en superficie con su posterior y consecuente aparición de vectores y olores perjudiciales para la salud.

“Asimismo, experiencias realizadas por investigadores de la Eeaoc demostraron que el agregado de cachaza -residuo de la agroindustria cañera caracterizado por su elevado contenido de materia orgánica y fósforo- podría mejorar el proceso de descomposición de la fruta. Por lo cual el empleo de la cachaza se tuvo en cuenta”, indicó.

Señaló, después, que la disposición de determinadas dosis de fruta fresca -sola y en mezcla con cachaza- en un suelo de nuestra provincia, y la factibilidad de llevar adelante las prácticas de rotura y de incorporación a este fue uno de los objetivos del trabajo. “Como así también el seguimiento y la evaluación del efecto de su aplicación en propiedades del suelo, tales como pH, materia orgánica, conductividad eléctrica (salinidad), fósforo disponible y cationes de cambio (sodio, potasio, calcio y magnesio)”, añadió.

Una buena iniciativa

Según contó, los resultados obtenidos en esta experiencia resultaron alentadores. Por un lado, las labores de disposición, de rotura y de incorporación en el suelo en los sectores evaluados fueron factibles de llevar adelante sin inconvenientes, con el consecuente crecimiento de vegetación natural y la ausencia de olores y de vectores perjudiciales para la salud. Por otro lado, el agregado de fruta cítrica sola y la mezcla de esta con cachaza -relación 40:60- no provocó un efecto negativo en las propiedades de suelo evaluadas. Por el contrario, indicó que se manifestaron incrementos en los contenidos de materia orgánica y en el fósforo disponible en los primeros 20 centímetros de profundidad, siendo estos significativos en la mayor dosis de fruta fresca empleada y de mucha mayor relevancia en la mezcla con cachaza, esto probablemente debido al aporte de la cachaza en la mezcla.

“Consideramos es de suma importancia contar con el monitoreo continuo de las propiedades del suelo y también que esta experiencia debe extenderse a otros tipos suelos considerados marginales para la actividad agrícola, como lo son los de elevada alcalinidad, dado que los resultados obtenidos han sido óptimos y podrían causar efectos beneficiosos en estos suelos”, finalizó la profesional.