Debido a las condiciones climáticas de esta época, en Tucumán nos encontramos en el período de mayor riesgo para la ocurrencia de quemas en pastizales y en superficies ocupadas por cultivos. Si a los problemas que esto genera -en especial, los sanitarios- le sumamos el contexto pandémico de la covid-19, que añade un factor de riesgo para la población, la prevención del fuego resulta clave para proteger la salud de la gente y contribuir al cuidado del ambiente.

En este sentido, la tecnología de cosecha en verde para la caña de azúcar se convierte en una aliada para el sector. Arturo Felipe, responsable del grupo de investigación en el cultivo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Famaillá, explicó las ventajas de este sistema y cómo trabaja la institución junto al Gobierno provinciales y al sector agroindustrial cañero para promover la no utilización del fuego en el marco de la Mesa de Gestión Ambiental de Tucumán (MGA).

El técnico sostiene que, actualmente más del 90% de la cosecha en Tucumán se realiza con máquinas integrales en verde. “Estos equipos son aptos para cosechar sin usar fuego, porque generan una buena limpieza de las hojas de la caña y un correcto despuntado de manera mecánica, sin necesidad de quemar el cultivo”, dijo.

Beneficios

Entre las ventajas, destaca la velocidad con que estas máquinas permiten finalizar el proceso de cosecha. Además, resuelve la escasez de mano de obra para la hacer el corte manual de la caña en el sistema semimecanizado: “sólo se requiere entre tres y cuatro operarios para manejar un frente de cosecha de una máquina”.

También remarcó que este sistema permite dejar el rastrojo en superficie para que luego sea incorporado con cultivo mecánico. “De esta manera, devolvemos al suelo la materia orgánica y parte de los nutrientes que fueron extraídos durante el período de crecimiento del cañaveral. Además, el aporte lógico que implica la no utilización del fuego al ambiente al evitar la emisión de gases de efecto invernadero”, indicó.

En relación a este tema, Felipe rescató un trabajo desarrollado por investigadores de las EEA Famaillá (Tucumán) y Cerrillos (Salta) del INTA, cuyos resultados sugieren que dejar la cantidad de rastrojo necesaria para mantener el C orgánico del suelo (balance = cero) podría usarse como criterio para la extracción y el uso sostenible del rastrojo, mitigando las emisiones de C y evitando el agotamiento de C del suelo.

Respecto de las desventajas que presenta el sistema de cosecha en verde, el experto planteó como una limitante el tamaño de los equipos usados. “Lo negativo es que no pueden ingresar en lotes pequeños o con problemas de accesibilidad, lo que obliga al productor a tener que adaptar los campos para el ingreso y la circulación de una maquinaria robusta”, explicó.

Además, este sistema no permite resolver una cuestión central, que es la quema del rastrojo. “Ante la condición de heladas de intensidad moderada y de sequía como la de este año, el material vegetal se pone más propenso a encenderse. Por lo tanto, cualquier fuego puede pasar a los campos e incendiar los cañaverales, con la complicación de que los ingenios no permiten el ingreso de caña cosechada en verde quemada”, advirtió.