Emblemático como pocos. Un refugio en la madrugada. La casa de los bohemios. El latido de la noche tucumana. Todo eso fue Bigote's.
¿En serio no abre más?,¿cómo que cerró?, ¿y si hacemos algo?... son las preguntas que se abren en el horizonte de los amigos y clientes de Bigote´s al conocer la decisión de "Pantera".
-"No va más", dice Pantera, mientras traga saliva de amargura.
"Tugurio, despensa borracheril, hostel de bohemios, de artistas"... suele decir Pablo Latapie cada vez que le piden una definición sobre uno de los bares más emblemáticos de Tucumán.
Bigote´s ahora cierra sus puertas para siempre. La pandemia le dio un mazazo en el centro del cuerpo y la estructura parece devastada.
¿Cómo hacer para echar llave por última vez en un lugar donde estuviste durante 23 años de tu vida?
Una pregunta difícil de responder para Pantera, tal como se lo conoce a José María Espeche, el hombre que supo abrir las puertas del "antro más famoso de la 25 de Mayo", tal como solían decir sus propios clientes. Pero más que clientes de Bigote´s, todos ellos formaron una gran familia de amigos.
"En bigote´s pasan todos y de todo; se sienten como en una familia. Es un refugio. El último bar, antes de ir a dormir". Así lo describieron sus más habituales parroquianos cada miércoles de karaoke, mucho tiempo antes de que llegara la pandemia a Tucumán.
Los concursos de karaoke fueron un ícono en los últimos cuatro años. Los amigos llegaban con "acting" preparado para mostrar talento controlado, mientras aumentaba la espuma de cerveza.
De fondo se oye una canción. La voz de Juanse dice:
Quiero verla en el show /
es como un gato siamés /
su cola arde en el risco /
espero que alguna vez /
al ver tus ojos me des /
alguna noche de hotel /
Los recuerdos dibujan escenas en la memoria de cientos de amigos y clientes de Bigote´s. La noticia del cierre es un golpe en la boca del estómago.
"La cuarentena me ha comido los ahorros -dice Pantera, mientras traga saliva-. No daba más la situación y cerré el viernes. Fue el último día, cuando me enteré que volvíamos a fase 3 y que los bares cerraban sólo para vender como delivery. Ahí dije no va más", detalla Espeche, el hombre que administró el bar en los últimos 23 años.
Antes de Pantera, Bigote´s estuvo 11 años manejado por el fundador y más atrás en el tiempo, el mismo local era llamado "Sebastián" y atendió durante ocho años.
Esas cuatro paredes supieron recibir a los tucumanos durante 42 años ininterrumpidos. Sin embargo, ahora llegó a su triste final.
Pantera tiene 60 años y admite que está cansado. Dice que el cierre es definitivo. "Esta cuarentena sigue y tendré que vivir de otra cosa, porque no tengo ahorros. Los gasté a los ahorros, o los estoy gastando, porque todavía tengo que acomodar algunas cosas para entregar el local", detalla.
Recital online
En junio pasado hubo una movida llamada "Salvemos a Bigote´s". Se hizo un concierto online en plena pandemia para recaudar fondos y evitar el cierre. Pantera dice que ese dinero le ayudó a estirar un mes, pero ya se terminó.
Aquella vez, sus fieles clientes decidieron realizar un recital online un domingo de junio, durante cuatro horas, para que continúe funcionando.
El último bar por el que pasaron siempre la música, la poesía, los aires del teatro, las brisas del baile van quedando en la memoria. El corazón de Bigote´s latió al mismo ritmo de amigos que en distintos momentos dieron su parte para salvarlo. La música fue de Ghostcit, La Luzbel, Leo Villagra, Patricio García, Leopoldo Deza y Sipegan Boys; el humor, por Esteban Piliponsky, Celia Valenzuela y Latapie; y los videos, por Martín Falci y Galle Quintana.
Para un bar emblemático siempre hay clientes emblemáticos. En esa lista aparecen Mao Quiroga, Fefo González, el propio Latapie, entre tantos otros que le dieron vida en cada madrugada.
La cerveza fría, la milanesa caliente, un tequila para brindar... todo quedará guardado en la memoria. "No hay vuelta atrás" dice Pantera. "El local es un alquiler. Si fuese mío el local, no cierro, pero ya no puedo más. Aquí trabajamos de noche y la cuarentena me ha destruido", afirma.
El último rock sonó el viernes. La voz de Juanse retumba en las paredes blancas:
Es un vicio / Vicio el Rock and Roll...
Eso fue Bigote´s: un vicio; un vicio de rock and roll y buenos amigos dispuestos a brindar por lo que fuera necesario. Pero ahora solo queda agitar los recuerdos, levantar una copa en alto y cantar a gritos:
Quisiera que esto dure para siempre /
casi tanto como una eternidad...