¿Por qué todo el mundo se está dedicando a hacer gin?”, fue la pregunta fundacional que se hicieron Francisco Murga y sus socios para crear “MalaSaña”, un gin local a punto de salir a la venta. “Evaluamos primero la posibilidad de hacer sidra, pero estudiamos el mercado y nos definimos por el gin. Nos capacitamos, diseñamos y encargamos nuestro alambique, que quedó a medio camino por un tiempo por la pandemia, hasta que llegó”, cuenta Murga, vinculado también a la elaboración y venta de cervezas artesanales.
El primer gin tucumano en salir al mercado fue “7 Espíritus”, que le debe su nombre a los siete botánicos que lo componen: cáscara de naranja agria de las calles de Simoca, donde se elabora; poleo de Santiago del Estero; manzanilla; raíz de angélica y cardamomo, además del enebro y las semillas de coriandro. Lleva la firma de Julián García Molina, que comenzó fabricando la cerveza simoqueña Shimukay.
En Yerba Buena, además, nació el gin “Williams”, un London dry elaborado a partir de una receta del siglo XVIII. Según quienes están vinculados al rubro, son varios los proyectos en marcha para seguir elaborando gin en Tucumán.