En cuanto a las evaluaciones de enfermedades en híbridos comerciales de maíz realizadas en la macroparcela ubicados en Overo Pozo -localidad de San Agustín, departamento Cruz Alta- se determinaron los parámetros epidemiológicos de incidencia y severidad de las enfermedades. Lo expuso Catalina Aguaysol, de la sección Fitopatología de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), durante la edición N° 20 del Taller de Híbridos de Maíz, que la entidad realizó la semana pasada, de manera virtual.

Desde el estado fenológico R1 se evaluaron 19 híbridos entre templados y mezclas.

La enfermedad foliar que se presentó con altos niveles de severidad fue mancha por Cercospora causada por Cercospora zea-maydis, con un valor máximo de un 40% y de un 20% para los híbridos más susceptible del grupo templados y mezclas, respectivamente. Esta enfermedad fue favorecida por condiciones ambientales, por pocas horas de mojado foliar y por temperaturas de 22° C a 30ºC, sobre todo entre mediados de marzos y principios de abril.

También se evaluó tizón de la hoja producido por Exserohilum turcicum, con valores de severidad máximos de un 15% y un 10% para los híbridos más susceptibles del grupo templados y mezcla, respectivamente. La presencia de royas (Puccinia polysora y/o Puccinia sorghi) presentó valores de severidad menores a un 1%. Las condiciones ambientales fueron poco favorables para el desarrollo de ambas enfermedades.

En cuanto a los valores promedio de incidencia de patógenos en granos, Fusarium verticillioides alcanzó un 10% de valor promedio para los materiales tropicales y hasta un 6% para los grupos templados y mezclas. Los valores promedio de incidencia de F. graminearum y Diplodia sp. fueron hasta un 2% para esta campaña.

Aguaysol, también realizó recomendaciones, resaltando que una de las principales estrategias de manejo es el uso de híbridos con buen comportamiento sanitario; realizar monitoreos frecuentes (desde V8 hasta 15 días después de floración) e identificar síntomas de enfermedad. También, tener en cuenta las condiciones ambientales favorables para el desarrollo de cada enfermedad y poder tomar medidas de control adecuadas.