Debido a los problemas que surgieron en Europa, con la detección de la “mancha negra” en algunos cargamentos, los exportadores de fruta de nuestro país tuvieron que desviar parte de sus naranjas y de sus limones a Europa del Este y a Norteamérica. “Se exportó a otros destinos, no es que esa fruta cayó en el mercado interno”, explicó José Carbonell, presidente de Federcitrus.

En una nota publicada por el sitio Portal Fruticola.com, Carbonell dijo que se trató de una fruta que no sólo se exportó a otros destinos, sino que no necesariamente se lo hizo con el mismo precio. La naranja, por ejemplo, se envió a Ucrania, a Rusia, a Canadá y a Oriente. “Estos mercados son destinos a los que suele enviarse fruta, sólo que no en las cantidades en que se enviaron ahora”, dijo. Y recordó que Rusia fue un mercado principal.

Además, señaló que en el caso del limón, sobre el final, se activó bastante el mercado norteamericano. “Y también se mandó a Rusia; aunque, en ese caso, con precios más bajos”, señaló.

Añadió que, eventualmente, pudieron obtener un permiso especial para las naranjas, lo que les permitió entrar hasta más allá de la fecha que les habían impuesto como límite.

“Poder entrar, sobre todo a países del norte de Europa, a Suecia, a Reino Unido, nos permitió aliviar bastante la situación”, admitió.

Precisó que los números no terminaron siendo los mismos. “El promedio general -tanto para el caso de la naranja como para el limón- se vio afectado por esta limitación voluntaria del limón y por la prohibición en naranjas”, explicó.

En ese contexto comentó que están analizando el tema con el Senasa y que planean realizar las auditorías necesarias para corregir lo que haya que corregir, y para mejorar lo que haya que mejorar. Remarcó que el hecho de que las intervenciones hayan ocurrido en puertos españoles es algo que aún consideran complejo. En especial, debido a la falta de documentación que respalde los juicios emitidos.