Está claro que 2020, pasara a la historia como uno de los años más difíciles para la sociedad en los últimos tiempos. La pandemia de covid-19, detectada en la ciudad de Wuhan, China trajo consigo cambios inesperados y abruptos. El distanciamiento social provocó que los modos de relacionarse cambiaran, las libertades se vieron limitadas por los confinamientos, los hogares se convirtieron en la nueva oficina para los adultos y aula de clases para los estudiantes; cambios que no fueron paulatinos, sino que se debieron adoptar de un día a otro por la fuerza con la que el virus estaba actuando.
El comienzo de un nuevo año es el momento perfecto para dejar de lado las malas experiencias del año que se despide y comenzar a formular los propósitos e ilusiones que se buscarán cumplir en los próximos 365 días que se tienen por delante.
Mantener una actitud positiva, saber que se desea lograr, organizarse y expresar lo que se siente son algunas de las claves que recomiendan los especialistas para lograr las metas que se quieran alcanzar.
“Tener ideales y/o objetivos es lo que permite movernos, levantarnos todos los días y luchar por conseguirlas todo esto contribuye a nuestro bienestar y a la salud mental, además de que colabora positivamente a otras áreas de nuestras vidas. Permitiendo establecer y hasta controlar aspectos psicológicos importantes como la atención, autoconfianza y a engrandecer nuestra autoestima una vez conseguido nuestro propósito. Es decir, establecer metas nos ayuda a estar bien.”, afirma la psicóloga Cecilia Belén Benito en diálogo con LA GACETA.
Es común que las personas suelan posponer los propósitos que se desean llevar a cabo y ahí es donde está el error. “Es importante saber que los que nos proponemos no empieza mañana ni el lunes, sino ahora mismo. Es típico escuchar las personas que dicen que 'el lunes empiezo la dieta', 'mañana me voy a encargar de tal cosa'”, sostiene el psicólogo Gabriel Artaza Saade.
En este proceso de enfrentarse a nuevos desafíos el profesional recomienda ser conscientes y poder diferenciarlo que se desea y cuales son imposiciones sociales: “distinguir qué propósitos son imposiciones sociales (un deber ser que tengo que hacerlo) y cuáles son del orden del deseo. Es decir, si yo me lo impongo y me cuesta mucho hacerlo muy probablemente sea una imposición social que incorpore y que creo que es lo que tengo que hacer para ser feliz, pertenecer, etc.”.
"Cuando uno elige por la vía del deseo, las actividades por más pesadas que puedan resultar vistas desde afuera, se las realiza sin miramientos ni cuestionamientos. No me cuestan, sino que simplemente se las hace. Un análisis sirve para distinguir una imposición social de los deseos”, agregó Artaza Saade.
Para hacer frente a los desafíos, la profesional Benito sugirió algunos tips para poner en práctica en la vida diaria:
- Objetivos realistas y razonables: es preciso y esencial ponernos objetivos a corto plazo realistas, es decir, que puedan estar a nuestro alcance de acuerdo a nuestros recursos y desafiantes, para estar estimulados a hora de realizarlos.
- Pensamientos positivos: realizar una lista de las cosas positivas que obtendrás cuando alcances el objetivo o los objetivos. Pensar a diario cómo te sentirás cuando lo logres.
- Desglosa tus metas: la planificación propiamente dicha, piensa y actúa que puedes conseguir por periodos de tiempo, en forma inmediata luego mediata hasta llegar a la finalización del mismo. Esto permite la continuidad de la meta en el tiempo y evitar desistir de la misma.
- Poner una fecha, un límite al proyecto: permite que la persona se sienta capaz y actúe de manera activa con respecto a lo propuesto y pueda ir adaptando la meta a la realidad ya que muchas veces las cosas no salen como uno quiere.
- Compartir: es necesario hablar con personas de interés o que mantengan un vínculo cercano como la familia o amigos.