La cámara de gastronómicos rechazó las medidas de restricción de circulación y horaria anunciadas por el Gobierno nacional, que se replicarían en la provincia. Constanza Bauque, titular de la asociación privada, dijo en el programa “BUEN DÍA VERANO” que los propietarios de bares y confiterías están “en alerta” ante las nuevas medidas.
“En caso de que exista tal restricción, en la cámara de Tucumán, que venimos a la vanguardia preservando los derechos de los asociados, vamos a poner nuestro énfasis en continuar abierto. De hecho, hemos interpuesto un recurso de Amparo hace dos meses, cuando (la habilitación) se orientaba a la atención en vereda y no en los salones. Entendemos que se encuentra violentado nuestro derecho constitucional a trabajar”, expresó la dirigente.
A lo largo de la pandemia, la jurisprudencia avaló en muchos casos las medidas sanitarias nacionales. La Justicia rechazó en distintos puntos del país, inclusive, en Tucumán, planteos en contra de las disposiciones centradas en restringir el traslado de las personas, al considerar que el Estado no contaba con los recursos médicos, como un tratamiento o la vacuna, para frenar la propagación del coronavirus. En esta oportunidad, las disposiciones se establecerán bajo decreto oficial para contener la expansión de la covid-19 en una segunda ola, incluyendo Tucumán.
“No podemos seguir perdiendo fuentes de trabajo y generar pobreza. El trabajo en definitiva también es salud. Si tenemos todavía un sistema con capacidad y viene enfrenando exitosamente, por lo menos en enero, los casos que se van presentado, no vemos motivos para que esas restricciones se apliquen en la capital, Yerba Buena, Tafí Viejo y otros lugares de la provincia”, manifestó.
La empresaria hizo hincapié en una “rebeldía civil pacífica” ante las nuevas medidas. “La verdad, ya no da para más. Lamentablemente, habrá que hacer lo que tengamos que hacer, aún con las restricciones”, enfatizó.
En los últimos días, el Gobierno y las fuerzas de seguridad remarcaron el avance de las fiestas clandestinas y reuniones sociales, pero también del incumplimiento de las disposiciones de bioseguridad en distintos bares y confiterías. En ese escenario, Bauque expresó: “existe un hartazgo de la sociedad, y las reuniones de fin de año tuvieron que ver con eso. Particularmente, están pagando justos por pecadores. Sí existieron bares donde hubo desbordes y ahí habrá que caer con sanciones correspondientes, clausura, etcétera”, manifestó.
Y prosiguió: “si un restaurante tiene capacidad para 120 personas, por qué tenemos que condenarlo a muerte con cinco o seis mesas, o una cafetería que trabaja tratando de vender un sándwich después de las 23”.