El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, remitió una misiva al secretario general de la ONU, António Guterres: le solicita que reactive los buenos oficios para un diálogo con Guyana sobre la soberanía de la disputada región de Esequibo.
Maduro pide estos contactos “como camino para evitar decisiones ajenas a la legalidad internacional que pueden poner en grave riesgo la paz y la seguridad de la región”, en referencia a la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de declararse competente en el caso.
"La dura experiencia histórica de agresiones económicas y despojos territoriales por parte de potencias imperiales nos dejó como lección jamás someter nuestra soberanía a las decisiones de instancias internacionales que pongan en peligro nuestra independencia política e integridad territorial", señala Venezuela en su misiva.
“La competencia de la Corte descansa en el consentimiento de las partes, que mi país no ha dado”, subrayó Maduro.
“En sus manos está en encauzamiento de una controversia territorial mediante medios pacíficos, una solución amistosa, práctica y satisfactoria para ambas partes", ha planteado Maduro en la carta a Guterres.
La posición venezolana se basa en el acuerdo firmado en 1966 en Ginebra entre Venezuela y el Reino Unido, antigua potencia colonial de Guyana, el cual reconoce que el Esequibo es un territorio en disputa y fija una “hoja de ruta” para resolverla concediendo al secretario general de Naciones Unidas la potestad de elegir una vía de solución pacífica.
El anterior jefe de la ONU, Ban Ki Moon, reactivó en 2017 los buenos oficios, que quedaron suspendidos en 1990, y dio un plazo de un año a las partes para pactar. Una vez agotado el tiempo, su sucesor, Guterres, decidió enviar el caso a la CIJ.
El Esequibo es un territorio de 160.000 kilómetros que posee importantes recursos naturales -petróleo, gas, minas, agua y bosques- y un gran potencial turístico. Está administrado por Guyana conforme a un laudo arbitral de 1899 que Venezuela considera nulo porque las negociaciones secretas, que se conocieron después, revelan vicios del consentimiento.
La disputa ha vuelto a tomar relevancia a nivel internacional a partir de 2016, cuando la estadounidense Exxon Mobil comenzó una exploración petrolera, pese a las denuncias de Venezuela de que se amenaza su soberanía. En septiembre, cuando EEUU y Guyana anunciaron que desplegarían patrullas marítimas en la zona con el pretexto de luchar contra el narcotráfico. (Europa Press)