La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, afirmó hoy que fue blanco de "ataques personales injustificados y acusaciones falsas" tras la trágica toma del Congreso por parte de partidarios radicalizados de su esposo, el presidente Donald Trump, y reiteró que no aprobaba la violencia desatada que estremeció al mundo entero.
La primera reacción pública de Melania Trump fue a través de una declaración plagada de errores tipográficos publicada en el sitio web de la Casa Blanca, en la que se declaró "decepcionada y desanimada con lo sucedido la semana pasada". "Condeno absolutamente la violencia que tuvo lugar en el Capitolio; la violencia nunca es aceptable", escribió.
Pero su decepción aparentemente tuvo que ver también con el trato que siente que recibió luego del asalto sin precedentes al corazón de la democracia estadounidense, y lo hizo saber hoy después de un prolongado silencio que generó sorpresa generalizada.
"Me parece vergonzoso que en torno a estos trágicos eventos haya habido chismes lascivos, ataques personales injustificados y acusaciones falsas y engañosas contra mí, de personas que buscan ser relevantes y tienen temas que quieren avanzar", escribió Melania Trump, sin especificar esos ataques.
En su declaración también expresó sus condolencias a las familias de las víctimas, pero enumerando los nombres de los fanáticos trumpistas antes que el de Brian Sicknick, un oficial de policía que trabajaba hace años en el Capitolio.
La primera dama elogió la "pasión y entusiasmo" en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre pero no se refirió al pertinaz intento de su esposo de anular los resultados, citó la agencia de noticias AFP.
"Nuestra nación debe sanar de manera civilizada, no se equivoquen al respecto, condeno absolutamente la violencia que ocurrió en el Capitolio de nuestra nación, la violencia nunca es aceptable", abundó.
Los Trump deben abandonar la Casa Blanca el 20 de este mes, cuando Joe Biden asuma como el 46° presidente de Estados unidos.