Por primera vez, dos equipos argentinos se disputarán la final de la Copa Sudamericana. Se trata de Lanús y Defensa y Justicia, que se enfrentarán mañana a las 17, en el estadio Mario Kempes de la provincia de Córdoba y con la presencia de solo 2.500 personas debido a la pandemia del coronavirus, informó la Conmebol.
"La final única le da un sabor especial, es algo nuevo, muy lindo. Y aún más especial que sea entre dos equipos argentinos. Es todo un sueño que esperamos coronar”, dijo Valentín Larralde, mediocampista de Defensa y Justicia, en conferencia de prensa.
El campeón de la Sudamericana obtendrá la clasificación a la fase de grupos de la próxima Copa Libertadores y disputará la Recopa frente al ganador de la final de la actual versión de ese torneo, que jugarán el 30 de enero los brasileños Santos y Palmeiras.
Lanús, que dejó en el camino a Universidad Católica de Ecuador, Bolívar de Bolivia y los argentinos Independiente y Vélez Sarsfield, buscará el tercer título internacional de su historia, después de la Copa Conmebol obtenida en 1996 y la Sudamericana del 2013.
El experimentado delantero "granate" Lautaro Acosta, único sobreviviente de la consagración del 2013, será baja por una suspensión y será reemplazado por Franco Orozco.
"Acosta es muy importante para nosotros, pero a lo largo de esta copa tuvimos distintas ausencias que las pudimos solucionar, porque para poder llegar a una final se necesita de todos, y mañana no es la excepción. Vamos a tener que demostrar que esto es un equipo", señaló el entrenador de Lanús, Luis Zubeldía, en una rueda de prensa en el estadio Kempes.
Para Defensa y Justicia, un modesto club de Buenos Aires que juega en la primera división del fútbol argentino desde 2014, será su primera final internacional, como también la posibilidad de alcanzar su primer título en 85 años de vida.
El equipo dirigido por el ex goleador del seleccionado argentino Hernán Crespo superó en el recorrido hasta la final a Luqueño de Paraguay, a los brasileños Vasco da Gama y Bahía, y a Coquimbo de Chile.
"Hoy disfruto más por los ojos, por lo que (los jugadores) hacen en el campo de juego. Lo vivo como un apasionado del fútbol", indicó Crespo a los periodistas, visiblemente satisfecho con el rendimiento de su equipo.
El árbitro de la final será el venezolano Jesús Valenzuela y tendrá como asistentes a los uruguayos Nicolás Taran y Richard Trinidad. El chileno Julio Bascuñán estará a cargo del VAR. (Reuters)