San Martín sufrió demasiado el último torneo debido a todo lo que le sucedió desde que la pandemia detuvo el fútbol, incluyendo que la AFA decidió desestimar sus méritos deportivos. El equipo jugó con una mochila pesada el torneo de Transición y no logró el objetivo. Por eso, en el club decidieron hacer borrón y cuenta nueva.
Y sí, porque nadie puede vivir de recuerdos. “Hay que mirar para adelante. Nadie dice que se debe olvidar lo que pasó, pero hay que apuntar a lo que viene”, repitió desde su asunción el presidente Rubén Moisello. Esa frase marca a fuego lo que piensan en Bolívar y Pellegrini. El nuevo camino que hoy iniciará el equipo dirigido por Favio Orsi y Sergio Gómez tiene poco y nada que ver con el campeonato extinto o con el mini torneo que decidió los ascensos.
Quizás sólo comparta el nombre, o las ganas de llegar a la elite de nuestro fútbol de varios equipos sean idénticas, pero hoy el “Santo” comenzará a escribir una historia diametralmente diferente. “Es algo que ya es pasado para nosotros”, dice Lucas Diarte, uno de los puntales del equipo, y un futbolista que lleva al “Santo” dentro de su corazón sobre las mil y una penurias que vivió su club de un tiempo a esta parte. “Ahora nos enfocamos en una nueva etapa y sabemos que tenemos enfrente una nueva oportunidad de lograr nuestro objetivo que es llevar a San Martín a Primera división”, agrega.
La nueva hoja de ruta no será nada sencilla. En La Ciudadela deberán afrontar un torneo complicadísimo, en el que sólo dos de 35 clubes podrán lograr el máximo objetivo. Sin embargo, Diarte se tiene fe. Confía en un plantel que, según él, tiene con qué dar pelea; en un cuerpo técnico que dio la talla desde que llegó a la institución; y sabe que la historia, la camiseta y la gente “santa” los obligan a dar cada día un poco más. “Hay buen material. Quedamos algunos chicos del equipo que consiguió 44 puntos y llegó gente nueva con muchas ilusiones. Se está armando un gran grupo y eso es lo importante, porque el resto viene solo. Obviamente, tenemos que trabajar mucho porque nunca nada es fácil”, asegura el lateral.
El primer paso, como en cualquier situación, es el más difícil e importante. Ganar el juego de esta tarde puede llegar a ser un buen envión para lo que viene y así lo entienden Diarte y compañía. “En este caso, ganar es nuestra mayor premisa. Sobre todo porque cuando un equipo empieza con el pie derecho después todo se va encaminando”, admite, dejando en claro que el buen ánimo y las ganas de comenzar a recobrar la felicidad es una prioridad dentro del club. “Llegamos a nuestro primer partido bien, con muchas ganas e ilusiones. Cada vez que se inicia un nuevo torneo, todo se renueva. Vamos por todo”, remata.
“Ganar lo es todo”, dijo alguna vez Carlos Bilardo y así lo sienten por estas horas en La Ciudadela. Sobre todo, analizando lo que cotizan tres puntos en el duelo de esta tarde.
Una victoria le permitiría a San Martín iniciar con paso firme el nuevo torneo; le brindará aire puro a un equipo que aún está en formación y que necesita algún tiempo para terminar de ensamblarse; pero sobre todo, también le ayudará a renovar las ilusiones luego de un último torneo que no resultó nada de lo que esperaban sus hinchas. “Va a ser uno larguísimo, y el que se acomode mejor y más rápido será el que en diciembre terminará festejando”, sentencia Diarte, sabiendo que la que comienza es una historia diferente. Escribirla con letras doradas sólo depende de él y de sus compañeros.