¿Volvió el cabaret a Boca? La derrota de Boca frente a Talleres por la Copa Liga Profesional pegó duro, pero sin dudas lo que más dolió fue ver a dos compañeros peleándose dentro del mismísimo campo de juego. El cruce caliente entre Carlos Izquierdoz y Frank Fabra, donde el colombiano terminó dándole un cachetazo al marcador central molestó mucho a Miguel Ángel Russo.
“En el entretiempo, cuando los dos jugadores estaban en el vestuario, Russo le hizo saber que estaba muy enojado por lo que había pasado, mientras que ambos futbolistas argumentaron que se trató solo de un mal entendido y de una calentura propia de un partido”, confió una fuente cercana al plantel “Xeneize”.
El “Cali” Izquierdoz le reclamó al lateral izquierdo por haber perdido la marca de Diego Valoyes, quien envió el centro que finalizo en el tanto Carlos Auzqui. Pero ante las quejas del marcador central, Fabra reaccionó golpeándolo en la cara, cosa que fue captada por las cámaras de televisión, lo que hizo que tuviera gran repercusión.
“Lo que pasó con Izquierdoz y Fabra son cosas que suceden, pero en otro lugar. Es inadmisible que pase dentro de la cancha. Si yo soy Izquierdoz, desde el túnel al vestuario lo voy agarrando a trompadas. Pero no en la cancha como sucedió”, disparó Jorge Ribolzi, ex jugador “Xeneize”.
“Si yo soy Fabra no haría lo que hizo, lo haría en otro lugar. No me preocupa la discusión, a veces es necesaria en el fútbol. “Creo que lo de Boca no es un tema individual, esto es un tema de equipo, de concentración, de atención, de colaboración. A veces los jugadores se ponen delante de la camiseta de Boca, eso es un error”, agregó el ex ayudante de campo de Alfio Basile.
Ahora habrá que ver si hay una sanción disciplinaria por parte del club para los defensores o si todo quedará simplemente en la “lavada de cabeza” que les dio Russo en el vestuario. Por ahora, lo cierto es que Boca parece estar envuelto en una crisis futbolística.