Fue una cena para tres. El cuarto está en aislamiento. El motivo del encuentro: la consolidación de la Unión Cívica Radical como la columna vertebral de Juntos por el Cambio, no sólo proyectando lo que puede ser la estrategia electoral con vistas a las elecciones parlamentarias, sino también para luchar en 2023 por la gobernación. Anoche, en Yerba Buena, la senadora nacional Silvia Elías de Pérez, el diputado José Cano y el intendente local Mariano Campero comenzaron a delinear lo que será la cumbre prevista para la próxima semana en la que los máximos referentes radicales volverán a reunirse con el fin de consolidar el partido. El jefe municipal de Concepción, Roberto Sánchez, no pudo ser de la partida, al estar aislado por covid-19.
"El eje de estos acercamientos, que ya se vienen produciendo, no sólo es alcanzar la mayor cantidad de bancas posibles en el Congreso, sino también comenzar a pensar de que tenemos que ser una opción de gobierno para 2023, indicó Cano a LAGACETA.COM al evaluar el encuentro realizado anoche en el restaurante Toribio. La dirigencia radical está convencida que, si bien no hay márgenes para prolongadas campañas proselitistas, por efecto de la pandemia de la covid-19, este es el momento oportuno para llamar a la unidad y dejar de lado las candidaturas. En la charla de anoche quedó en claro que mientras el Partido Justicialista sostiene una dura división entre sus dos principales figuras, el gobernador Juan Manzur y su vice Osvaldo Jaldo, la UCR debe aprovechar el momento para consolidarse como fuerza opositora. El oficialismo local no proyecta una cumbre del binomio. La división entre ambos es cada vez más notorio y llega, incluso, hasta las pintadas y los pasacalles, con exclusión de apellidos.
"Tenemos una chance histórica para recuperar espacios y, por esa razón, debemos ser inteligentes en cada movimiento político que realicemos!, dijo el intendente de Yerba Buena acerca de la estrategia para capitalizar la ruptura en el Frente de Todos. Campero reconoce que, dentro de su partido, hay dos corrientes de pensamiento muy claras, pero que en la cumbre de anoche decidieron priorizar los puntos de coincidencia que pueden ser debatidos el miércoles de la semana que viene, en un temario que también puede incluir la normalización definitiva del distrito local de la UCR. "Estoy dispuesto a no ser candidato con tal de armar una estructura sólida", acotó el jefe municipal.
Una de las estrategias que se afianzará en los próximos días es reflotar el Instituto de Políticas Públicas, con la conformación de una suerte de un potencial equipo técnico de Gobierno que realice diagnósticos y propuestas en temas que más inquietan a la sociedad tucumana. Cano, además, sumó la puesta en valor de la gestión de los intendentes de Juntos por el Cambio. Ambos espacios del radicalismo ya mantienen conversaciones, tanto con el jefe municipal de Bella Vista, Sebastián Salazar, como con el capitalino Germán Alfaro, que mantuvo contactos con su par de Concepción.
El diputado reconoció que, antes que todo, la UCR debe poner su casa en orden con vistas a 2023 y luego armar las alianzas con otras fuerzas políticas. Campero señaló que no hay que excluir a nadie, como tampoco poner condicionamiento alguno para sumar aliados con el fin de enfrentar al PJ en las elecciones generales. De hecho, previo a la cena, el intendente había mantenido un encuentro con el presidente de Fuerza Republicana, el legislador Ricardo Bussi. También manifestó que hay que seguir conversando con Alfaro para que se mantenga dentro de la estructura de Juntos por el Cambio. Los intendentes apuntaron que, más allá de las ayudas financieras que la Casa de Gobierno les otorga para abonar los salarios a través del viejo Pacto Social, eso no los condiciona políticamente.