Con la decisión del Gobierno de intensificar el regreso de las clases presenciales en Tucumán, los establecimientos educativos iniciaron el dictado de la segunda parte de este ciclo lectivo. No obstante, el retorno a las aulas, tras un año y medio de un sistema virtual o bimodal, significa un nuevo desafío para los estudiantes.
Para enfrentar estos cambios, especialistas destacaron la necesidad de volver a establecer hábitos y rutinas, que se vieron alteradas por la pandemia, en la vida de los niños y jóvenes para encarar este proceso.
"Es muy positivo el regreso. El sistema virtual y bimodal ayudaron durante estos meses a que los estudiantes no pierdan el vínculo con la educación, pero no son óptimos. El aprendizaje es un proceso donde se van adquiriendo conocimientos y esto se produce mediante los hábitos y rutinas, que desde el inicio de la pandemia se han visto alterados", dijo a LAGACETA.Com la psicopedagoga, Natalia Jiménez Terán.
La profesional consideró adecuado el retorno a una mayor presencialidad en esta etapa del ciclo lectivo, con los cuidados sanitarios a raíz de la pandemia de coronavirus.
"Quedó claro que la escuela cumple un rol indispensable en la formación de los alumnos. Es un espacio donde se adquieren conocimientos y se promueve el desarrollo socioemocional. Esto se vio alterado por la virtualidad. Cuanto más se hubiera retrasado la presencialidad, más difícil sería retomarla, porque se van perdiendo los hábitos", explicó.
Coincide con ella, la psicóloga infantil y especialista en neurodesarrollo, Mariana Aguirre. “Permitirá desarrollar un proceso integral de aprendizaje no solo académicos sino social y emocional, permitiendo así que el aprendizaje sea una experiencia; esto se enriquece con los procesos virtuales que han enseñado a toda una población los beneficios de la virtualidad como así también los límites de este tipo de educación”, dijo.
"El éxito del regreso a clases en todo el país dependerá en gran medida de la confianza y colaboración de la comunidad escolar. Favorecer la adaptación, brindando seguridad a los niños, tanto para volver a establecer lazos sociales como para el desarrollo de los aprendizajes, son claves", acotó.
La difícil tarea de recuperar los hábitos
La pandemia ha obligado a la sociedad a modificar sus prácticas, y es en el ámbito educativo donde se puede observar una muestra clara de este hecho. ¿Cómo trabajar el regreso a una mayor presencialidad con los estudiantes?
"Los padres durante este período han sido fundamentales para que el vínculo con la escuela no se quiebre. Se debe sostener el acompañamiento y fortalecerlo, es decir, empezar a volver a establecer las rutinas", destacó Jiménez Terán.
Retomar los hábitos desde el hogar es el primer paso. "Lo que pasó en este período de pandemia es que los hábitos se han distorsionado y es por esto, que se deben corregir", afirmó Silvia Bono, psicopedagoga.
"Esto debe comenzar desde casa. Realizando con los chicos rutinas simples, que no necesariamente deben ser escolares, van a ayudar en esta etapa. Los padres deben acompañar, ser el sostén de los chicos y poner límites", completó.
Las profesionales remarcaron que el rol de los padres o responsables de los alumnos debe potenciarse en este regreso y trabajar de manera conjunta con las instituciones educativas.
"Este tiempo estuvo caracterizado por lo atemporal, sin objetivos , metas, por lo tanto es necesario acompañar a los hijos en este proceso brindándoles una organización externa que luego pueda internalizar", sostuvo Paula Nosetti, psicopedagoga.
La vuelta a la jornada de cuatro horas de actividad en las escuelas, puede generar una percepción en los estudiantes de que es más exigente y abrumador, por lo que se debe prestar atención.
"Esta situación puede producirse y es importante que sean los padres y docentes quienes deben proceder en brindarle seguridad para ser agentes de adaptación a la presencialidad", concluyó Aguirre.
Producción periodística de Nicolás Córdoba