“Yo que no aparezco nunca, estoy haciendo un montón de notas”, afirmó Leonardo Gravano. Parece que está mintiendo mientras lo dice al final de la entrevista que en las últimas horas del miércoles se emitió en vivo en “Panorama Tucumano”, el ciclo que se emite por las plataformas de LG Play y canal 11 de CCC. A “Leo” se lo ve muy cómodo, apoyado en una de las paredes de la Villa Olímpica de Tokio. Se nota que rápido se adaptó a la fama. De fondo se ven tres edificios, uno de ellos es el de Argentina. Como Gravano, ahí también pasa sus días Mercedes Paz, un poco más experimentada en las cuestiones olímpicas.
“Para mí fueron unos Juegos distintos”, reconoció la ex tenista. Y si se cruza con Gravano las chanzas pueden ser, obviamente, olímpicas, literalmente. “Mecha” podría bromear con “ah, yo tengo cuatro Juegos Olímpicos”. Y “Leo” retrucar: “pero yo puse algo en la medalla de bronce de Los Pumas”. Gravano, que tiene la mitad de citas que la dama, se está acostumbrando a asumir el protagonismo de lo que hasta aquí, a mitad de Tokio 2020, es lo más importante de una delegación argentina que debería tener una mueca de sonrisa, antes que un ceño fruncido de preocupación por los resultados. Paz, por su parte, emprende un regreso acorde a lo que ella, como jefa de delegación en tenis, consideró dentro de lo esperado por el grupo de siete tenistas.
Ambos, estuvieron en el detrás de escena deportivo. Gravano, asistente del head coach Santiago Gómez Cora, sintió que aprendió de sus dirigidos. “Ellos se la bancaron”, sentenció. No hay otra manera de describir lo que sucedió en el segundo partido ante Sudáfrica cuando a los dos minutos Los Pumas sufrieron la expulsión de Gastón Revol y una sanción que le impidió seguir en el torneo. “Ellos solos pudieron acomodar la situación. Que te saquen un jugador a los dos minutos, es como que en el fútbol te saquen tres. No entrenamos para jugar con seis jugadores todo un partido. Pueden sacar una tarjeta y son dos minutos, pero no un partido entero. Se les veía una actitud distinta que nos sorprendió”, destacó el surgido en Los Tarcos. “Hay torneos que jugamos y que son muhos más difíciles, pero el clima, toda la carga emocional que se genera en los Juegos Olímpicos, es especial, es la cita deportiva por excelencia”, no dudó en calificar Gravano.
“Oro, jugadora; plata, capitana y bronce, jefa de equipo”, igual de segura enumeró “Mecha”. Paz “colecciona” roles en el tenis nacional. “En el fondo no estaba en mi proyecto volver a unos Juegos Olímpicos. Por eso lo disfruté tanto; pensé que esa etapa se había pasado en mi vida. Vine con más madurez y más años”, reconoció la ex número 12 del mundo en dobles. El factor “pandemia” inédito para jefes de delegaciones, entrenadores, periodistas, deportistas, organizadores, público, en fin, para todo el planeta, se sintió. “La parte administrativa fue un poco tensa. Teníamos que hacer una declaración jurada 14 días antes de venir y, a veces, para los tenistas es difícil porque no saben en qué torneo van a entrar y cuáles van a jugar, más todo el riesgo que hay de contagiarse”, comentó Paz. Lo competitivo, desde lo colectivo un aspecto que no se desarrolla en un deporte individual como el tenis, es lo que más gozaron. “Se sueña más con ganar Roland Garros, que unos Juegos Olímpicos. Esto les ha servido para vivir esa experiencia y esa mística que hay”, celebró la tucumana.