El seleccionado argentino masculino de básquetbol alcanzó hoy los cuartos de final de la competencia en los Juegos Olímpicos de Tokio, al derrotar claramente al local, Japón, por 97 a 77 (parciales de 26-16, 46-38, 65-53 y 97-77).
El equipo que dirige el bahiense Sergio Hernández obtuvo el pasaporte como uno de los mejores terceros (el otro resultó Alemania), y se medirá desde las 9 del martes (hora de la Argentina) ante Australia. En esa llave de semifinales estará el ganador de España-Estados Unidos.
El capitán, Luis Scola -máximo goleador histórico del seleccionado-, resultó la principal referencia de ataque, con un saldo de 23 puntos (4-13 en dobles, 5-8 en triples), 10 rebotes, un recupero y un bloqueo en los 26 minutos que permaneció en cancha.
El armador cordobés Facundo Campazzo (Denver Nuggets, NBA) redondeó otra más que aceptable producción, con una planilla de 17 unidades (0-2 en dobles, 5-9 en triples, 2-3 en libres), 11 asistencias y 7 rebotes en 25 minutos.
El interno bonaerense Marcos Delía asumió un inesperado rol protagónico durante buena parte del primer período y finalizó con un convincente balance de 14 tantos (6-9 en dobles, 2-2 en libres), 7 rebotes, un robo y una tapa en 23 minutos.
El triunfo argentino, más allá de algunos altibajos exhibidos durante ciertos pasajes del cotejo, no estuvo nunca comprometido.
El elenco japonés, que dirige el DT argentino Julio Lamas (ex entrenador del seleccionado albiceleste en Londres 2012), mostró ser un conjunto liviano, con una contextura física menor a la de su oponente y con un tándem de figuras como Rui Hachimura (Washington Wizards) y Yuta Watanabe (Toronto Raptors), que sólo funcionó de a ratos.
Así y todo, Argentina exhibió errores que se repitieron de los encuentros anteriores con Eslovenia (100-118) y España (71-81).
El equipo abusó de la incidencia del tiro exterior (14-36 en triples) y no tuvo fluidez en la circulación. Además prefirió no cargar el juego con penetraciones hacia el canasto adversario, más allá de que las licencias que otorgaba Japón permitían ilusionarse con obtener mayores réditos en esos eventuales ‘uno contra uno’.
También fue permeable en defensa (a excepción del primer cuarto) y le posibilitó "correr la cancha" a un combinado asiático que tuvo en Yudai Baba (18 tantos, 7 rebotes y 3 asistencias) a su principal arma.
Aun limitado el alero Hachimura (1-7 en tiros de cancha en los primeros 20 minutos), el conjunto nipón se fue apenas ocho abajo en la pizarra (38-46).
Apenas iniciado el segundo período, el equipo local descontó la diferencia y quedó a cuatro (42-46). Ese tanteador resultó alarma suficiente para que la Argentina ajustara pequeñas cosas, con el sacrificio de Gabriel Deck (16 puntos, 12 en el segundo tiempo) más conversiones de Campazzo y Scola, para volver a escaparse.
Y en el último capítulo, el combinado de Hernández aprovechó el cansancio de un rival que tiró rápido la toalla para ensanchar la diferencia.
El alero marplatense Patricio Garino (Zalgiris Kaunas, Lituania) fue preservado debido a una molestia en el bíceps femoral de la pierna derecha.