Las tropas enviadas por el Gobierno nacional a Río Negro, ante el pedido de la gobernadora de esa provincia, Arabela Carreras, no van con la orden de reprimir. Así lo señaló el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández.
"La vocación que tuvimos de ordenar al personal que ya teníamos alistado en La Pampa fue que se abocaran a tareas de cuidado de la región, patrullar y dejar tranquila a una parte de la población que la estaba pasando mal", dijo el funcionario.
"Las tropas están preparadas para trabajar como se les diga que tienen que trabajar. Saben a qué van y que tienen el 100% de apoyo de los civiles y la tarea que tienen que llevar a la práctica", añadió Fernández, que indicó que los hechos de violencia registrados en Río Negro constituyen un delito provincial".
Ayer, el presidente, Alberto Fernández, analizó junto a la gobernadora la situación que se registra en la zona andina de la provincia, donde se registraron hechos de violencia contra instituciones locales y nacionales. Coincidieron en la necesidad de llevar a cabo un trabajo en conjunto entre Nación y Provincia.
La Casa Rosada decidió reforzar la seguridad en Río Negro con el redespliegue de fuerzas federales tras el incendio ocurrido durante la madrugada del martes en el Club andino Piltriquitrón, en El Bolsón, y con el objetivo de prevenir posibles nuevos conflictos.