La tragedia ocurrida hace dos semanas en la esquina de avenida Perón y calle Bascary, en Yerba Buena, dejó varios temas para reflexionar. Uno es la repetición de incidentes dramáticos en esa avenida y particularmente en esa esquina, en la cual falleció un motociclista en este percance; otro es la falta de respeto de las normas de tránsito –según el subdirector del área de la “Ciudad Jardín” el conductor de la moto habría circulado a una velocidad mayor al límite de 70 km/h- y un tercer punto es la sensación de impotencia de las autoridades, que confiesan –así lo dijo el funcionario- que “el tema tránsito en un 99% dependemos de la responsabilidad del ciudadano… no podemos poner un inspector en cada esquina”.
La repetición de incidentes no tiene explicación clara. “La verdad es que estos hechos son muy frecuentes. Por eso pusieron semejante reductor de velocidad y lo mismo los conductores pasan rápido y provocan choques”, dijo un vecino a LA GACETA. En este caso particular, se combinaron velocidad y la estructura del lomo de burro para terminar en tragedia -algo que ya ocurrió en esta avenida-, en la cual el lomo de burro se convierte en un elemento que contribuye al accidente. Una especie de contradicción urbana en la que, ciertamente, interviene la responsabilidad del conductor. En este caso, el funcionario explicó que la víctima residía en la cercana Colonia Castillo, es decir que con alta probabilidad circulaba a menudo por esta vía y conocía la existencia del lomo de burro.
Pero además es tan complejo el tema que esa esquina, que se había convertido en un caos de circulación, fue intervenida hace meses, cuando se le dio mano única a Bascary, se eliminó la rotonda y fue necesario poner inspectores a toda hora para evitar las infracciones. El subdirector del área -que afirma que en lo que va de esta gestión se han puesto en funcionamiento 11 complejos semaforizados en distintas zonas de Yerba Buena, así como que se la cartelizado, se ha puesto reductores de velocidad y se los ha señalizado y pintado- ahora informa que se está estudiando poner más semáforos. “Tampoco va a servir poner semáforos en todas las esquinas de la avenida, sino cada 400 o 500 metros”, aclaró.
Cabe señalar que estas son medidas que forman parte de las estrategias puestas en marcha para intentar solucionar el problema del tránsito. También se habló en su momento de radarizar la avenida e incluso se puso en práctica una prueba piloto en calles de la “Ciudad Jardín” con un radar móvil. Esto surgió después de un estudio que determinaba que los conductores en general no respetaban el límite de velocidad en la Perón. La propuesta de los radares, en apariencia, se frustró por problemas para conseguir los elementos tecnológicos necesarios, con lo que la estrategia quedó en suspenso.
Al final queda la sensación de impotencia de las autoridades, que terminan diciendo que no pueden hacerse cargo de lo que corresponde a la responsabilidad de los ciudadanos. Con lo cual se llega a un punto ciego, que es como decir que no se sabe qué hacer para hallar soluciones a un problema, y eso no es lo que necesita la sociedad. La provincia se encuentra en instancias de aplicar el sistema de carnet por puntos, que, según se espera, tendrá que incidir precisamente en la conducta y en la responsabilidad de los conductores. También anunció la Provincia la radarización en las rutas junto con el nuevo sistema. Correspondería que se tenga en cuenta que cuanto antes deberían regir estas medidas, así como la forma de profundizar en la educación vial en todos los estamentos de la sociedad. El problema, como dijo el mismo funcionario, cada vez se va a ir complejizando más.