Con la confirmación del primer caso en la provincia, la viruela del mono se volvió uno de los temas del momento en la sociedad tucumana. María Magdalena Puchulu, infectóloga, habló con LA GACETA para dar más información sobre el tema, y reducir la incertidumbre que reina.
“Es una enfermedad viral, que se está comportando como epidemia, ya que hay más de 50.000 casos en todo el mundo. Sabíamos que tarde o temprano iba a llegar a la provincia. Se contagia de persona a persona, pero requiere un contacto estrecho y prolongado, por lo que no es fácilmente transmisible”, explicó la médica.
Los primeros síntomas, son los mismos que pueden aparecer con cualquier otro cuadro viral: cefalea, febrículas, malestar general, agrandamiento de los ganglios.
Pero lo específico de la viruela del mono tiene que ver con ronchas en la piel, que luego se vuelven ampollas o vesículas, y pueden tener un contenido blanquecino. “Esas ampollas se rompen, y quedan en la piel como lastimaduras. Principalmente, es a través de esas vesículas que se dan los contagios,”, expresó la infectóloga, aunque aclaró que también pueden darse por medio de cualquier secreción corporal, incluidas las respiratorias.
Por eso, Puchulu reveló que “también se recomienda el aislamiento respiratorio”, es decir, el uso del barbijo. Sin embargo, es importante aclarar que no se transmite por vía aérea, como sucede con la gripe o la covid; se da siempre por contacto estrecho con algún líquido corporal de la persona contagiada.
Esta infección no es una enfermedad que, en principio, deba preocupar en demasía a la gente. “Tiene un curso relativamente benigno. En la mayoría de los casos no hay complicaciones serias, y la mortalidad es muy baja”, indicó. Sin embargo, aclaró que “sí puede ser complicada en personas severamente inmunocomprometidas”.
La viruela del mono no tiene un tratamiento específico. “Se hacen tratamientos sintomáticos. Hay algunos antivirales que se están probando para ser usados en personas de muy alto riesgo, pero no están disponibles todavía en nuestro país”, informó Puchulu. Algo similar pasa con las vacunas: en otros países ya se están aplicando (más que nada en las personas de mayor riesgo), pero aún no llegaron a Argentina.
En caso de presentar síntomas de la enfermedad, es necesario consultar con un profesional para hacer el diagnóstico. “En caso de que sea positivo, debe cumplir un aislamiento hasta que todas las lesiones se hayan cicatrizado. No hay un tiempo específico, hay que esperar que no haya ninguna lesión activa”, explicó la infectóloga sobre la forma de proceder luego de contraer la enfermedad. (Producción periodística: Joel Katz)