En el último ataque ruso, al menos un millón y medio de ucranianos permanecían sin suministro eléctrico estable como consecuencia de los bombardeos masivos contra infraestructuras energéticas. “El enemigo continúa atacando instalaciones en varias regiones de nuestro país”, informó el consejero de la presidencia ucraniana, Kirilo Timoshenko.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que Rusia lanzó 36 misiles y que la mayoría habían sido derribados. “Son ataques viles contra objetos críticos. Tácticas típicas de los terroristas”, manifestó el mandatario en las redes sociales. Además, el operador de electricidad Ukrenergo indicó que los daños causados son comparables a los del bombardeo de la semana pasada.